lunes, 28 de noviembre de 2011

eso te pasó por guarra

Os voy a contar la historia de mi ex novia, con la cual me tiré bastante tiempo y pude follármela cuántas veces quise.

Ella es bajita, 1,55 aproximadamente, 48 kilos, no tiene mucho pecho, una cara bonita y un culo de infarto. Yo sin embargo, soy alto, 1,85 y peso 80 kg.



Me la follé de todas las maneras y en todos los lugares, pero sólo por delante, nunca lo habíamos intentado por detrás. Yo pensaba que con ese culo era imposible que no quisiera porque era lo que mejor tenía. Me excitaba verla en tanga o en bragas, sólo tenía en la mente reventarle el culo a pollazos hasta que no pudiese ni hablar.

Me volvía loco imaginar como mis amigos le miraban el culo e imaginarme las cosas que se les pasaba por la cabeza cuando nos veían meternos en un callejón para follar.

Hasta que un día en casa de mi novia, estábamos mi novia, dos amigos míos y yo, de tanto verla pasar vestida con unas mallas grises que ceñían todo su culo y al agacharse dejaba a la vista de mis amigos el tanga, le insinué echar un polvo en su cuarto, ella ingenua accedió encantada aunque con mucho corte porque mis dos amigos estaban allí sentados en el salón y el cuarto pilla bastante cerca y se podía oír algo.

Nos fuimos al cuarto y empezamos a liarnos quitándonos las camisetas, ella me bajó el pantalón y comenzó a chuparme la polla que estaba durísima de lo que ya me estaba imaginando, seguía chupando y yo empujaba para follarme su boca cada vez más hondo. Luego le bajé el pantalón quedándose ella con un tanga verde que me volvía loco, empecé a sobarle el culo con tantas ganas que ella se quedó hasta un poco asombrada, hasta que le dije que se pusiese a cuatro patas en la cama, ella aceptó, y sólo de verla en pompa con el tanga me estaban entrando unas ganas de reventarle el ojete que no lo pude resistir… Cogí mi polla muy dura y se la puse en el ojete y empujé sin más, fuerte y sin lubricar ni nada, ella se estremeció y me miró con las lágrimas saltadas y me dijo que parara, que no siguiera. Yo, al contrario de lo que me dijo, le empecé a bombear más fuerte para reventarle el culo, ella llorando pidiéndome que parara, que le estaba haciendo daño. Yo seguí un ratillo cada vez con más fuerza para partirla en dos, hasta que ya no pude más y reventé por dentro llenándole todo el culo de semen, hasta ese día virgen y cerradito, al sacarla vi el ojete abierto y dolorido y ella inmóvil a cuatro patas, sin fuerzas y por el dolor no podía ni moverse.

Me vestí y me salí al salón con mis colegas que me miraron con una sonrisa cómplice. Les conté todos los detalles de la “reventada” y ellos riéndose y burlándose cuando vieron salir a mi novia con la cara de follada y casi sin poder andar. Al pasar delante nuestra, ella me miraba con una mirada asesina a lo que contesté yo con una buena bofetada en el culo con la cual se estremeció.

Mis amigos la miraban riéndose cada vez que pasaba por el salón porque no podía ni andar. Eso le pasó por guarra y por ir enseñándole el tanga a mis amigos.

Al cabo del tiempo me dejó y se fue con uno de mis amigos que estaban allí, ahora el cabrón se la estará follando por el culo, pero seguro que no se lo revienta como aquél día que le partí por primera vez el ojete.

AUTOR: FJM

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