miércoles, 23 de noviembre de 2011

mi hermana mi puta

Hola, me llamo Carlos y tengo 18 años. Mido 1,75 cm soy castaño, ojos azules y estoy un poco rellenito. La historia que les voy a contar es completamente cierta, aunque he cambiado los nombres de la gente involucrada.


Todo comenzó una tarde hace un año. Mis padres se habían ido de fin de semana, así que no volverían hasta el día siguiente. Estabamos solos mi hermana y yo. Mi hermana se llama Marina tiene 27 años, mide 1,60, es pelirroja con ojos verdes y tiene lunares por todo el cuerpo, cosa que la hace increiblemente sexy. Tiene un culito bastante respingón, pero lo mejor, son sus enormes tetas. Desde hacía unos años me cascaba un montón de pajas en su honor.


Pues esa tarde, yo me encontraba en mi habitación jugando a la consola. Voy al baño y al pasar por la habitación de mi hermana, oigo unos gemidos. Me paro en seco y abro un poco la puerta de su habitación. Mi hermana se estaba masturbando. Completamente desnuda, con una mano se tocaba el coño y con la otra se sobaba las tetas. Yo me quedé impactado. En ese momento, mi hermana abre el cajón de su mesilla y saca un vibrador, el cual introduce en su depilada vagina. Gemía de una forma bestial. Y yo me estaba excitando muchísimo. Se me ocurrió la absurda idea de entrar e su habitación. Abrí la puerta del todo y mi hermana me miró sonriendo de manera pícara.

- ¿Hermanito, quieres ayudarme?

Yo me quedé paralizado unos segundos, pero en seguida le respondí:

- Pues claro que si hermanita…

Me desnudé, fui a su cama y empece a besarle los labios. Nuestras lenguas se cruzaban mezclando nuestra saliva. Le chupé sus tetas durante un buen rato. ¡Que ricas tetas! Después fui bajando, lamiendo todo su cuerpo hasta llegar a su húmedo coño.

- ¡Siiiiii! ¡Carlos, comeme el coño!

Obedecí como un buen hermano. Recorrí cada centímetro de su rajita con mi lengua. ¡Nunca había probado algo tan rico! Estuve así unos 10 minutos hasta que se corrió gritando como una perra. Entonces, me puse de pie, con mi polla ya empalmada y le dije:

- ¿Creo que ahora me toca a mi, no?

Me sonrió. Se puso de rodillas y empezó a masturbarme lentamente para luego meterse mi polla de golpe en su boca. ¡Como la chupaba! Parecía una experta. Su lengua recorría cada centímetro de mi verga. Mientras me la chupaba, ella se tocaba su coño. Yo le agarraba del pelo y le decía:

- Te gusta mi polla, ¿eh puta?

Ella asentía con la cabeza. Unos cinco minutos después, estaba a punto de correrme. Cunado se lo dije, me respondió que quería tragarse la leche de su hermanito. Aquello fué demasiado para mi. De mi polla salió un montón de leche que mi hermana se iba tragando. Abrió la boca y empezó a jugar con la leche hasta que se la trago. Pero yo seguía empalmadísimo. La puse a cuatro patas y le dije al oido:

- Ahora te voy a follar. Te voy a follar por el coño y por el culo, que se que te gusta zorra.

-Siiii! ¡Quiero sentir tu polla en todos mis agujeros! ¡Yo soy tu putita particular!

De un golpe se la ensarté en su concha. La follaba sin compasión. Ella gemía como la puta que era y me decía que se la metiera más al fondo. Mientras me la cogía, le manoseaba las tetas. Se corrió 2 veces más. Después, le empezé a meter el consolador con el que se había masturbado por el culo. Como ya estaba cubierto de flujos, iba entrando fácilmente. Seguidamente le metí mi polla en su agujero. Se sentía muy estrecho. Al parecer era virgén por allí. Gritó de dolor.

- ¡Cabrón! ¡Me haces daño!

Pero al cabo de unos segundos, los gritos se convirtieron en gemidos. Yo estaba en la gloría, con mi verga en el culo de mi hermana.

- ¡Ahhhh siiiiii! ¡Me encanta! ¡Dame más Carlos!

Aguanté unos minutos más, en los cuales ella tuvo otros dos orgasmos, gracias en parte a que mientras yo le daba por el culo ella se metía el consolador por el coño. Cuando me fui a correr, saqué mi polla de su culo, puse a Marina de cara y me corrí en sus enormes tetas. Mientras jugaba con mi verga me dijó:

- Carlos, ya sabes, si quieres follar ya sabes que en casa tienes una perrita en celo para ti solo…

Desde entonces follamos a diario y a veces hasta con algún amiguito… pero eso lo contaré otro día…

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