Rosa estaba a punto de casarse, ya saben, esas cosas que hacen los novios de buscar piso y más. Por suerte todavía no habían preparado la boda, porque sucedió algo que cambió su destino. En cierta ocasión pilló a su novio con una amiga y cortaron para siempre. Rosa dijo que no quería saber nada más de los hombres, que eran todos unos cerdos. Por ello ya casi no salía, pasaba mucho tiempo en casa.
Yo sabía que la vida sexual de mi hermana era muy activa, pero a partir de su ruptura freno su vida sexual, ya que casi no salía. En una ocasión llegué yo tarde a casa un sábado por lo que procuré abrir la verja despacio para no hacer ruido y despertar a mis padres, cuya habitación da a la entrada. Volteé la casa buscando la puerta y al pasar por la ventana de la habitación de mi hermana, que queda en la otra punta de la casa vi luz, así que sentí curiosidad y mira por una pequeña rendija que quedaba para ver que hacía despierta a esas horas. Vi algo que me dejó petrificado. En la cama estaba mi hermana Rosa viendo la tele. Eso no era lo extraño, sino que estaba viendo una película porno.