martes, 23 de abril de 2019

Mi prima y su amiga I



Hola amigos, lo que os voy a contar ahora ocurrió hace mas de diez años cuando tenia 18 años. Por aquel entonces yo ya sabia todo lo que había que saber del sexo pero aún no había podido experimentarlo, y de eso se encargaron mi primita y una amiga suya en un mes increíble en mi pueblo.

Empezaré la historia describiendo a mí y a mi prima y su amiga un poco. Yo por aquel entonces media 1,60 m era moreno con el pelo largo, de constitución delgada y hacia bastante deporte. Mi prima tenia 20 años, era morena con el pelo liso castaño y por la nuca. Medía aproximadamente como yo y de cuerpo estaba buenísima, delgada con unos pechos enormes y un culito increíble, gracias a que hacia un poco de ballet. Su amiga de la misma edad era la típica rubia de 1,70 m. pelo largo y rizado, ojos verdes penetrantes y aunque tuviera unos pechos normalitos el resto de cuerpo estaba para enseñarlo en las revistas de moda.

Aquel verano nos quedamos los tres solo en mi pueblo ya que mis tíos y mis padres se habían ido de crucero por el caribe, y como era de esperar a nosotros no nos invitaron, además como ya éramos bastante mayorcitos se fiaban de dejarnos solitos. Seguro que no se esperaban lo que iba a pasar, dejando a tres jóvenes con las hormonas totalmente revolucionadas compartiendo una misma casa.



Nunca habría pensado que mi prima fuera una mujer tan caliente, porque siempre se portaba muy conservadora con pocos novios conocidos y siempre presentándolos en su casa a sus padres. Tampoco me había fijado en ella como mujer, pero después de unos días de convivencia, con un calor tremendo en mi pueblo y sin que ninguno de nosotros mojara las cosas empezaron a caldearse.

Mi prima y su amiga empezaron a ir con poca ropa por la casa y yo por no ser menos también. El día detonante fue por la mañana después de salir de fiesta. Yo había conseguido ligarme a una chica de esas supercalentorras, pero después de unos morreos y mucho meter mano durante toda la noche, no llegamos a más.

Al día siguiente yo me desperté con una calentura increíble, que después de unos minutos de estar en la cama no conseguí calmarla, así que decidí que la única forma era hacerme una paja para poder calmarme la calentura. Yo solo dormía con los pantalones cortos del pijama y una sabana por encima que siempre acababa a mis pies, así que me bajé un poco los pantalones y empecé a masturbarme lentamente pensando en la chica del día anterior, así que cerré los ojos y pocos minutos después cuando estaba a punto de correrme abrí los ojos y vi a mi prima en la puerta con los ojos totalmente abiertos mirando mi polla totalmente hinchada a punto de soltar los chorros de semen.

En ese momento mi cara parecía un tomate totalmente maduro y como pude subí mis pantalones y me quede sentado intentando esconder algo que era imposible esconder bajo la poca tela de mis pantalones. Con voz enfadada le grité a mi prima que hacia allí y porque no había llamado a la puerta. Ella con la voz entrecortada me miró a los ojos y me dijo que venia a despertarme para comer porque ya eran las dos de la tarde, además me dijo que luego hablaría conmigo sobre aquello. Cerró la puerta y se fue.

Yo no sabia que hacer si acabar lo que había empezado o dejar que se me bajara e ir al comedor. Opté por lo segundo ya que después de la impresión de que mi prima me pillara hizo que eso se bajara a los pocos segundos. Me puse una camiseta y fue hacia el comedor con la cabeza mirando hacia el suelo y pensando en lo que me diría mi primita. La comida se me hizo eterna, no dije ni una sola palabra y mi prima cada vez que me miraba, hacia la misma cara que el primer día que mi madre me pilló borracho.

Cuando llegaron los postres yo ya tenia planeado ir corriendo a ducharme e irme a casa de un amigo sin que mi prima pudiera pillarme por banda. Pero esos planes también me salieron mal, cuando estaba a punto de levantarme:

– ¿A donde vas? -me dijo mi prima.

– A ducharme, es que he quedado.

– Pues creo que te dije que teníamos que hablar sobre lo que estabas haciendo antes.

– ¿Ahora?- dije yo mirando a la amiga.

– Pues claro, ahora.

– Pero… ¿con ella delante? – Pues claro, además ya se lo he contado.

– ¿Queee?- no podía creerlo, allí estaban las dos mirándome fijamente sabiendo que unos minutos antes me estaba haciendo una monumental paja.

– Mira, lo que estabas haciendo antes, es normal a tu edad, aunque espero que no lo hagas muy a menudo y lo he hablado con mi amiga y hemos decidido que no lo vuelvas a hacer cuando nosotras estemos en casa, después de todo nosotras también lo hacemos pero al menos tenemos la delicadeza de hacerlo cuando nadie nos puedo pillar.

No podía creerlo, mi prima estaba allí explicándome que podía hacerlo siempre que ellas no estuvieran en casa, y me estaba confesando que cuando yo no estaba ellas también lo hacían. En ese momento y no se porque me vino a la cabeza un flash de mi prima y su amiga estiradas en su cama totalmente desnudas y metiéndose el dedo. Evidentemente, no pude evitar que mi polla se pusiera totalmente dura en cuestión de segundos, ya que al no haberme corrido antes estaba más sensible a ese tipo de pensamientos.

– Muy bien, aclarado esto ya te puedes ir a duchar. – me dijo mi prima.

Yo no sabia que hacer, tal como estaba no podía levantarme de la mesa sin que ellas me vieran el bulto que se escondía debajo del pantalón y de la camiseta.

– ¿Qué te pasa? – me preguntó la amiga de mi prima.

– Es que…- y sin más miramientos le dije a mi prima- – Como antes me has interrumpido, ahora tengo el problemilla que se me ha despertado y me da vergüenza que las dos me veáis con el bulto entre mis piernas.

Las dos se quedaron mudas mirándose entre ellas y luego bajando la mirada hacia mi bulto, que en ese momento estaba debajo de la mesa por lo que no pudieron ver nada.

– Muy bien, no creo que eso nos importe mucho, nostras ya hemos visto muchas veces a un hombre con la polla dura debajo de los pantalones y entendemos que no podáis controlarlo a tu edad, pero lo único que esperamos es que te bajes la calentura con agua fría y no con la mano- me dijo la amiga de mi prima, a la vez que se le dibujaba una sonrisa.

Y yo ni corto ni perezoso, me levanté como si tal cosa y me fui a mi habitación. No si antes observar como al levantarme los ojos de aquellas dos mujeres se clavaban directamente en mi entrepierna y se abrían de par en par.

Después de esa situación me metí en la ducha y aunque infringiera las normas no tuve más remedio que hacerme una paja bajo la ducha recordando la conversación que había tenido minutos antes y la mirada que habían hecho a mi paquete al levantarme. La corrida que hice fue de las más bestiales que había tenido y mi semen se esparció por la pared de la ducha y por la estantería donde estaban los jabones y champús. Como ya llevaba un rato en la ducha la amiga de mi prima me picó en la puerta y me preguntó si me faltaba mucho, que ellas ya habían quedado. Rápidamente limpié todo lo que pude y le dije que ya estaba, por miedo a que ellas pensaran que estaba haciendo otra cosa.

Después de ese día las cosas cambiaron totalmente en esa casa, yo ya no miraba igual a mi prima y su amiga, aunque antes me excitara que fueran por casa con solo una camiseta larga y braguitas (por aquel entonces los tangas se veían muy poco) ahora siempre que hacían un gesto que hiciera levantarse un poco la camiseta o que hiciera mostrarme el escote más de la cuenta, mis ojos se clavaban intentando memorizar esas escenas para después hacerme monumentales pajas por la noche.

Después de unos días ya no tenia suficiente con mirar y punto, necesitaba más cosas, más material…. así que ya que ellas me dijeron que no les importaba verme con la polla dura debajo de mi pijama, un día por la mañana decidí esperar a que me llamaran para desayunar y masajearla un poco para que se me pusiese morcillona y luego levantarme hacia la cocina.

La primera en verme así, fue la amiga de mi prima que, clavándome los ojos en mi bulto le dio un golpe a mi prima y le dijo: – Mira como se ha levantado tu primito hoy- Mi prima se giró y me miró también con los ojos bien abiertos.

– Pero bueno, ¿tú crees que esta es forma de venir a desayunar? – Que quieres que haga, tú me dijiste que no querías que me masturbara mientras vosotras estuvierais aquí, y que no os importaba verm

e en este estado.

Mi prima se quedó callada, y su amiga le dijo que yo tenía razón, y que a ella no le importaba.

Esa situación me puso como loco y mi polla que antes estaba morcillota, ahora se puso totalmente dura y se me marcaba totalmente debajo de mi pijama, a punto de salirse por uno de los agujeros de la pierna. Me levanté para irme a buscar una tostada y fue solo la amiga de mi prima que me miró el bulto y me dijo como era posible que tardara tanto rato en bajarme la calentura. Yo le contesté que no lo sabia, supongo que porque hace días que no me masturbaba, ya que ellas siempre estaban en casa, ella se levantó detrás de mí y se pegó a mi espalda para susurrarme al oído: – Si quieres puedes seguir "haciéndolo" mientras te duchas, a mi no me importa y no se lo diré a tu prima, pero después no dejes sorpresitas en los botes de jabón y límpialo bien.

En ese momento sintiendo sus pechos en mi espalda y como me tocaba el culo con su coñito me la habría follado allí mismo, pero me dejó helado. Les dije que tenía prisa y me iba a duchar. Me desnudo entero y me metí en la ducha y no tardé ni dos segundos en empezar a cascármela, pero poco después entró la amiga diciendo que se estaba meando y que si no me importaba que lo hiciese mientras me duchaba.

A mi no me importó pero aún no había apagado mis ganas de sexo y seguí duchando con mi polla a mil. En eso la amiga me dijo que si me estaba masturbando antes de que ella entrara y le contesté que si. Cuando acabó de orinar se levantó y sentí como se acercaba a la ducha, me puse muy nervioso y antes de que pudiera hablar se puso detrás de la cortina y me dijo: -¿Te importa si…acabo lo que has empezado? -¿Cómo?-le pregunté.

Y antes de decir nada abrió la cortina y apagó la ducha, luego me agarró la polla y empezó a tocármela muy sensualmente, mientras sus labios se acercaban a los míos y acababan en un morreo que nunca podré olvidar. Aunque no era la primera vez que me hacían una paja yo estaba más cachondo que nunca, sobretodo cuando después de unos segundos apartó su boca de mí y bajó la cabeza poniéndose de rodillas. Me agarró la polla con una mano mientras sacaba su lengua y lamía la punta de mi capullo muy lentamente haciendo círculos. ¡Era la primera vez que una chica me la chupaba!

Después de lamerla de arriba abajo hizo lo mismo con mis huevos, y mirándome hacia los ojos abrió totalmente la boca y se la fue metiendo poco a poco, hasta llegar hasta la base. Empezó a mamármela muy lentamente mientras con una mano me acariciaba los huevos. Como es natural en cuanto empezó a acelerar el ritmo no tardé ni un minuto en correrme sin poder avisarle, y pensé que se enfadaría pero todo lo contrario, se apresuró a tragarse todo la leche que podía hasta dejarme la polla bien seca, después me miró a los ojos y me dijo: -Ves como es fácil no dejar rastro…ummmm, me ha encantado y espero que en otra ocasión tú hagas lo mismo por mi.

Después se levantó y se marchó, dejándome más a gusto de lo que nunca había estado. Ya no podía más tenia que follarme a la amiga de prima como fuera, pero primero tenia que apañármelas para hacerlo sin que mi prima estuviera en casa, y eso era realmente difícil porque siempre iban juntas a todas partes.

Habían pasado ya tres días después de esa estupenda mamada y lo único que había conseguido era un par de morreos y algún que otro manoseo por debajo de la ropa con la amiga de mi prima, y cada vez mi prima parecía que empezaba a olerse algo, así que o me daba prisa en idear un plan o se iría todo al traste.

Casi sin comerlo ni beberlo la ocasión se me presentó sola.

Un viernes que volví a casa prontito, entré en la habitación de mi prima y su amiga y busqué algo de ropa interior de la cesta sucia, sin estar seguro de quien de las dos era, empecé a olerla, y por el perfume parecía de la amiga de mi prima, aunque a veces ellas lo compartieran. Me bajé el pantalón y empecé a masturbarme con unas braguitas en la nariz tumbado en la cama, cuando oí como abrían la puerta de casa. Disparado como una bala salí de la habitación cerrando la luz, y metiéndome en la mía.

Cuando ya estaba dentro me acordé

de que no había vuelto a poner las braguitas en su sitio, pensé que creerían que se las habían dejado ellas encima de la cama. Me puse rápidamente el pijama y me metí en la cama haciéndome el dormido, en eso que oigo entrar a alguien en mi habitación y levanto un poco la cabeza, era la amiga de mi prima que venia con un pedo enorme.

-¿Estas despierto?- me preguntó.

-Si, ¿que pasa? -He encontrado estas bragas encima de mi cama y me pregunto si te ha gustado el olor- tambaleándose de lado a lado de la habitación, hasta sentarse en mi cama.

-Bueno…es que…perdona, solo quería tener algo tuyo, como hace mucho que no hacemos nada.

-Míralo, el niño, y parecía que nunca hubiera roto un plato y después de la manda que le di aun se ha quedado con ganas de más.

Justo después de decirme eso su mano se posó justo encima de mi paquete, que como no había tenido tiempo de correrme, aún seguía bien duro.

-Uyyyy, si parece que tu precioso aparato aún tiene ganas de guerra…- me dijo- -Es que me habéis interrumpido, ¿vas borracha? -Si, y mucho, aunque creo que no tanto como tu prima. Ven que me ayudaras a meterla en la cama.

Nos levantamos los dos y fuimos hacia su habitación. Se puso a mi lado y sin ningún miramiento metió la mano por debajo el pijama tocándome la polla y acariciándola. Yo ya no sabia que hacer si follármela ahí mismo en el pasillo o seguir andando hacia la habitación. No lo había decidido cuando entramos a la habitación y vi a mi prima totalmente borracha estirada en la cama con la cabeza mirando al techo. Llevaba una minifalda negra que se le había subido tanto que podía ver con claridad unas bragas también negras muy sexys, y un top muy ajustado negro medio transparente que insinuaba un sujetador negro debajo. La verdad es que con aquella ropa mi prima parecía una diosa.

La amiga se quedó mirándome y me dijo:

-Esta guapa tu prima hoy, ¿verdad? -La verdad es que si, esta para comérsela.

-Pues ayúdale a desnudarse y ponerse el pijama, mientras yo intento hacer lo mismo conmigo.

No podía creerlo, hoy vería a mi prima y a su amiga desnudas, ¡y yo iba a ser quien desnudara a mi prima! Empecé sentándola un poco para poder quitarle bien el top, después seguí desabrochando el sostén…en ese momento pude por primera las preciosas tetas de mi prima, ni en mis mejores sueños pude imaginar unas tetas tan redonditas con los pezones sonrosados y apuntando hacia arriba, pidiendo que fueran chupados por una lengua bien húmeda.

-¿Te gustan las tetas de tu prima, verdad?-preguntó su amiga al ver que me las había quedado mirando un rato.

-Si, mucho.- me di la vuelta para mirarla y la vi totalmente desnuda.

Tenía unos pechos más pequeños que mi prima, pero igual de parados y con la aureola de los pezones mucho más grandes. Bajé la mirada para observar que tenia un cuerpo perfecto sin nada de celulitis y su coñito estaba depilado por los lados, para el bikini supongo, pero con una buena mata de vello por los labios.

Era la primera vez que veía un coño en directo y me pareció la cosa más perfecta del mundo. Al ver que no paraba de mirarla, la amiga se acercó a mí diciendo: -Las mías también te gustan, ¿eh? ¿Quieres tocarlas? -Sssssiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.- No tardé ni un segundo en lanzarme sobre sus pechos y empezar a manosearlos y chuparlos como si se tratara de la última vez que iba a tener unos en mi boca.

-Tranquiloooo, se nota que no tienes mucha experiencia con mujeres.

-Lo siento.- dije retirándome.

-No te preocupes, eso lo vamos a arreglar ahora mismo. Acaba de desnudar a tu prima, que con lo borracha que va seguro que no le importara que la usemos de conejilla de indias.

Sin entender mucho que quería decirme desabroché la mini y le baje las bragas destapando un conejito prácticamente depilado.

-¿Nunca podrías haberte imaginado que tu prima se lo depilase tanto? Se lo depila así porque cuando hacia ballet y empezó a crecerle el vello, tenia que depilárselo todo para que no se le saliera mientras bailaba. Y ahora se ha acostumbrado a tenerlo así y dice que le gusta más. Ahora mira como lo hago y apréndetelo bien, porque no se si podré volverlo a repetir otro día.

Empezó a besarle los labios muy lentamente, mordisqueando a veces el labio superior y otras el inferior. A pesar de la borracher

a de mi prima, parecía gustarle y también participaba de ese morreo. Luego descubrí que lo que estaba a punto de ver no era la primera vez que lo hacían. Después de sus labios siguió bajando su lengua por su cuello, todo muy lentamente mientras con las manos le masajeaba los pechos dándole leves círculos y jugueteando con los pezones entre sus dedos.

Cuando su boca llegó a sus pechos, sacó más la lengua y fue dando círculos por alrededor de su pezón derecho mientras seguía masajeando la otra teta. Mi prima empezó a reaccionar y sus pezones fueron endureciéndose, mientras emitía unos pequeños gemidos muy suaves. La amiga se metió el pezón en la boca y empezó a juguetear con la lengua, sacándola y moviéndola muy rápidamente por el pezón.

Cuando había terminado con uno siguió con el otro, hasta que los dos estuvieron duros como piedras. Los gemidos de mi prima, se hacían cada vez más fuertes y yo estaba tan caliente que, sin darme cuenta, Me había bajado los pantalones y me la estaba tocando mirando esa escena.

-¿Ves como lo hago? Todo ha de ser muy suave a la vez que muy intenso. Y una forma de saber si lo has hecho bien es bajar tu mano hasta sus labios vaginales y pasarle un dedo. Cuanto más mojado lo tiene, más le ha gustado. Pásaselo tú.

Sin saber que estaba haciendo le abrí las piernas observando su coño bien mojadito y metí un dedo de arriba abajo, quedándome totalmente húmedo. Ella lo copió y se lo metió en la boca saboreándolo enterito.

-Uhmmmmm, que rico está, luego te enseñaré a saborearlo, pero primero debes practicar conmigo, a ver si has aprendido como hacer una buena comida de tetas.

Le hice todo lo que acababa de ver, mientras mi prima al lado nuestro había empezado a despejarse y se masturbaba viendo la escena, para poco después, lanzarse sobre el coño de su amiga y empezar a lamerlo muy lentamente abriendo sus labios y pasando la lengua sobre ellos muy lentamente para luego concentrarse en el clítoris.

Cuando le vino el orgasmo yo me puse con mi prima a saborear todos los jugos mientras nuestras lenguas jugueteaban con el clítoris. Yo no podía más y necesitaba meter mi polla en ese agujero tan rico, pero una vez más su amiga me paró, y me dijo que esa noche era de aprendizaje y que hasta que supiera dejar a dos mujeres satisfechas a la vez no conseguiría perder mi virginidad. Pero que no me preocupara por nada que mi polla iba a estar bien servida por la boca de mi prima esa noche.

No me había dado cuenta cuando mi prima ya tenía mi polla dentro de su boca y empezaba a subir y a bajar apretando bien los labios y moviendo su lengua dando más presión aún a esa mamada. Mientras la amiga se había puesto detrás de ella y había empezado a comerle el coñito, y a meterle los dedos dentro.

No tardé mucho en llenar de leche la boca de mi prima, que dejó caer por sus labios y luego por mi polla, cosa que aprovechó su amiga para apuntarse al festín y lamer todo lo que mi prima no había podido tragar.

Después de eso, yo me quedé a un lado de la cama observando como las dos se fundían en un perfecto 69, mientras mi polla volvía a recuperarse, que les hizo estallar en un tremendo orgasmo, a la vez que me volvía a correr otra vez, esta vez encima de aquellos dos preciosos cuerpos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario