martes, 23 de abril de 2019

Tarde de verano con mis primas

Esta historia es verídica y me ocurrió hace ya algunos años. Lo cierto es me encantan los relatos que aquí aparecen y los disfruto mucho, es por eso que quiero hacer a todos y todas participes de mi experiencia en aquellos años.

Me llamo Javier. Cuando todo esto ocurrió, yo debía tener 19 años y fui a casa de mis primas, con las que siempre he tenido mucha relación y confianza desde que éramos muy pequeños. Pasábamos juntos muchos fines de semana en la piscina y nuestros padres, además, trabajaban juntos en la misma empresa. Mis padres me dejaron allí por la mañana y me recogerían por la noche, ya que ellos se iban con mis tíos a una fiesta de despedida de un compañero de trabajo que se jubilaba.

Mi primas son Vane, la mas pequeña, que tendría unos 18 años y Desi, la mayor, que por entonces tendría unos 20.


Era verano y hacía mucho calor y después de comer, a la hora de la siesta, en vez de irnos a dormir nos pusimos a charlar y a divertirnos un rato. Como ya he dicho, era verano e íbamos vestidos con ropa muy cómoda. Ellas una camisa de manga corta de estar en casa que les llegaba por la rodilla, pero bastante transparente del uso, y yo sólo un bañador sin nada en la parte de arriba. No está bien que yo lo diga, pero hago mucho deporte desde niño y tengo un cuerpo bastante bien formado.

Entre muchos temas de conversación y risas, y quizás animados por el calor, surgió el temas de las chicas y de los chicos, el sexo, de nuestros líos, de hasta donde habíamos llegado con otros chicos y chicas, ese tipo de cosas.

El ambiente se iba caldeando y yo me estaba calentando un poco. Fue entonces cuando Desi nos contó un secreto, tenía una revista porno escondida. Le dijimos que nos la enseñara. Empezamos a ojearla y a hacer comentarios en broma, que si esas tetas son operadas, que si mi miembro era más grande (lo cierto, y esto es verdad, es que tengo fama de tener un rabo bastante largo y, sobretodo, muy grueso)..Entre risas y miradas a esa revista, y ya eliminada toda vergüenza, mi primita Vane nos confesó que nunca había visto un pene al natural. Cuando lo había visto había sido en películas sobretodo, y en alguna revista en casa de alguna amiga suya más atrevida. Ahí empezó todo. Desi, medio en broma, me propuso que se lo enseñara yo, que además había oído que estaba muy bien dotado. Claro, yo dije que me atrevía a enseñárselo, pero que me daba corte, eran mis primas. Ellas empezaron a burlarse de mi.¡No se atreve gallina, eso es que todo es mentira y la tienes enana!!!…Yo sabía que lo hacían para picarme, pero como ya estaba un poco caliente me bajé el bañador y se la mostré. Al principio les entró una especie de risa nerviosa “Ja, ja, ja, madre mía Javi, donde vas con eso por ahí ja, ja, ja”.pero ambas no dejaban de mirarme.

Tras unos instantes así Vane, entre risitas, dijo que no la habíamos entendido, que ella nunca había visto de cerca un pene erecto. Más risas y las dos.”A que no te atreves a ponértela dura del todo”.Y mas risas. A mí ya me daba igual, estaba excitado o sea que delante de ellas me empecé a pajear mientras las miraba. Mi polla iba creciendo y engrosándose. En unos momentos se cortaron ya las risas y ellas sentadas delante de mí sólo me miraban mientras sus respiraciones se aceleraban y yo seguía mi paja. La situación me estaba poniendo a mil, cuando noté que mi rabo estaba en su máximo esplendor paré y les dije: “Y ahora qué, me he atrevido o no?…la tengo pequeña?”. Desi, que evidentemente tenia más experiencia con chicos y ya habría visto y manipulado varias pollas estaba alucinada. “Osti Javi, menudo rabo calzas, es el más gordo que he visto”. Vane sólo miraba. “¿Que te parece?” le pregunté. Vane me miró y sonrió. Yo, en esa situación y perdí la vergüenza (que nunca he tenido mucha, suelo ser bastante lanzado), me acerqué a ella (yo estaba de pie y ellas sentadas en el suel

o) y le dije claramente que la tocara. Ella se volvió a sonreír y como con miedo de hacerme daño empezó a apretarla con sus dedos “Jo tío, está superdura”. Le cogí su mano, se la puse alrededor de mi polla y empecé a movérsela arriba y abajo. “Así es como le tienes que hacer una paja a un tío”. Tras un minuto así le dije que siguiera ella sola. Desi nos miraba en silencio mientras Vane me estaba pajeando con sus suaves manos y yo cerraba los ojos disfrutando.

Empezaba a sentir mucho gusto y a acompasar los movimientos de su mano con movimientos de mi abdomen, en eso que Vane dijo: “Ya, ahora que te lo haga Desi a ver como lo hace ella”. Dirigí mi gordo rabo a Desi, ella me sonrió (se le notaba en el gesto que debía estas muy, muy caliente) y lo cogió con la soltura que da la experiencia “Uff, si casi no me cabe en la mano” y empezó a meneármela con maestría. En poco rato yo iba a correrme, estaba muy cachondo, así que me la jugué y le dije que me podía chupar un poco.”Espera, ven Vane, póntela en la boca” le ordenó Desi. Vane se mostró con dudas “Si hombre, que eso ya es mucho”.”Venga, que si no nunca vas a aprender como se hace” le dijimos, o sea que a final accedió. Yo seguía de pie, mi polla la cogía en su mano mi prima Desi, que seguía sentada en el suelo; y Vane se arrodilló delante de mi.”Chupa como si fuera un helado”.Vane obedeció, empezó a jugar con su lengua en mi capullo y yo me quería morir de gusto. Que situación más morbosa.”Así, así.” sólo alcanzaba a decir yo.

Tras unos instantes Desi soltó su mano de mi nabo y yo me comencé a mover hacia delante para que cada vez Vane se metiera un poco más de rabo dentro de su boquita. “Venga Vane, chúpasela como si fueses una actriz porno” decía Desi claramente excitada. Empezó a metérsela y sacársela cada vez más rápido y con más saliva. Viéndome lo caliente que estaba Desi me dijo: “Avisa antes de correrte, no seas cabrón eh”, fue decirme eso y noté como mi lefa salía de mis huevos “Osti, me voy a correr ya”. Con un movimiento de maestra Desi sacó mi rabazo de la boca de Vane y me la meneó un par de veces, lo justo para no correrme dentro de la boca de Vane, pero con un corridón tan impresionante que, a pesar de que Vane se había apartado un poco, la puse perdida de leche. Por su pelo, su frente y nariz, su camisa, el suelo, parecía una fuente. El orgasmo fue brutal. “Joder tío como me has puesto, me voy a quitar esta guarreria”. La mano de Desi que aún sujetaba mi polla durísima he hinchada también tenía restos de lefa.”Vaya corridón, tú te podrías dedicar a esto” me decía. Tras unos breves segundos mientras me limpiaba, Desi me confesó que estaba muy caliente y que se iba a hacer un dedo. Le dije que se lo hiciera delante de mí, que ahora quería verla yo. Sin mediar palabra se levantó del suelo, se tumbó en su cama, se bajó las bragas y comenzó a acariciarse. Yo aún estaba muy empalmado. Estaba a un metro de ella y podía ver perfectamente que estaba muy mojada y por sus gemidos no iba a tardar en venirse. “Joder Javi tío, me voy a correr ya, cómemelo un poquito por favor”. Eso aceleró mi pulso al máximo de nuevo, me recosté entre sus piernas, pude sentir su calor y su olor y enseguida comencé a recorrer su coñito con mi lengua. En cuestión de segundos comencé a sentir sus espasmos, agarró mi cabeza con fuerza y la apretó más contra ella. Yo metía mi lengua en su agujerito y la paseaba alrededor de su clítoris. Gritó, gimió, arqueó su espalda, y se corrió de una forma increíble. Sus gemidos se alargaron varios segundos, el placer parecía ser inmenso e interminable. Al final de desplomó y liberó mi cabeza. Ella decía cosas que casi no podía entender con su respiración fuerte y entrecortada:”osti, osti, me muero, que gusto, tío que fuerte..” .

Vane nos vio así, Desi desplomada en su cama y yo tirado a sus pies. Ella miraba desde la puerta mientras con una toalla se secaba su pelo recién lavado. La miramos sorprendidos, pero con su gracia habitual soltó “No pasa nada, vosotros a lo vuestro, yo me acabo de masturbar en el baño, tampoco aguantaba más”. Tras recuperarnos prometimos que ese iba a ser nuestro secreto, aunque no fue nuestra última travesura.

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