sábado, 20 de abril de 2019

Primas

Un verano muy cachondo, el más intenso de su vida en compañía de dos primas
Empezaré este relato describiendo un poco mi situación y la del resto de personas aquí mencionadas. Deciros que esta historia es real, tan solo cambiaré los nombres de las personas y de los lugares, para así evitar problemas.
Mi nombre es Jose, actualmente cuento con 27 años, mido 180cm, y peso 80 kgs, me encanta el deporte, en especial la natación y el ciclismo, por lo que estoy bastante bien de cuerpo, gracias también a que me cuido en las comidas, no fumo y solo bebo alcohol los fines de semanas, de los cuales algunos de ellos, acabo bastante mal. Vivo en el sur de España. Trabajo en una empresa de muebles de oficina, yo trabajo en el departamento comercial y alguna que otra vez he ayudado a montar los muebles en oficinas.

Aunque no tengo novia, si tengo una amiga especial, de nombre Cristina, ella es rubia, mide 175cm, delgadita (demasiado para mi gusto) tiene unas tetas impresionantes y además el culo es de infarto. Tiene 26 años. La conocí en natación, hace tres años, y desde hace dos, nos enrollamos de vez en cuando. Suele ser en casa de su madre, que al estar divorciada aprovecha los fines de semanas para salir con las amigas y suele desplazarse muy a menudo a un pueblo cercano, donde su amiga tiene un apartamento. Cuando la casa de Cristina se queda vacía, ella me llama y nos vamos a cenar, alquilamos algún video y nos quedamos allí toda la noche. En el tema sexual, nuestra relación no pasa de lo normal, mamadas y polvos, así pasamos las noches. Aunque tengo que decir, que aunque no pasamos de eso, por lo menos hemos avanzados, ya que al principio Cristina ni se planteaba que algún día me comería la polla o yo le comería a ella el coño, pero con el tiempo se ha convertido en una experta. He intentado, muchas veces el romperle el culo, pero ni tan siquiera me deja tocárselo.
Cristina, tiene una prima, que vive en Madrid, la cual viene para las fechas señaladas, Navidades, Semana Santa y Verano, el cual se pasa aquí desde Julio hasta primeros de Septiembre. Su nombre es Mónica, 25 años, ella es morena, 170cm, y solo se puede describir como “un auténtico cañón” es perfecta, debe de pesar 58kms +o-. Sus tetas son aún mejores que las de su prima, culo espectacular, piernas alucinantes, pero lo que me vuelve loco de ella es su boca, que es una autentica fuente de deseo para cualquiera, sea hombre o mujer. Sus labios son carnosos, sus dientes perfectos y su sonrisa hace que, por lo menos a mí, se me empalme la polla con solo mirarla. Pero como no, tiene un defecto, y es que, es gilipollas. Me parece que no le caigo muy bien, ya que a cada comentario mío, suelta una borderia, o tiene un humor que no acabo de pillar. Los meses de verano que es cuando ella está aquí, es cuando menos follo con Cristina, el año pasado, en todo el verano, solo conseguí echarle tres polvos. Creí morir, con los calentones que se cogen en verano, lo buenas que están las primas, y que no me podía desmarcar de ellas por las noches, se me hizo mas largo que Verano Azul. Aunque en Septiembre, vino mi recompensa, ya que Cristina y yo subimos una semana a Galicia, lugar que recomiendo, y me recompensó por el verano de abstinencia que había pasado.
Pero ya estaba de nuevo aquí el verano y con ello la llegada de Mónica. Llegó a principios de Julio, y me llamó Cristina para que la acompañase a recoger a Mónica al Aeropuerto, ya que tenía el coche en el taller, para pasar la revisión. Como no, y para empezar a joder, su avión llegaba un viernes a las 23:45h, mientras la esperábamos e íbamos a la casa, esa noche saldría de copas a las 2:00h, por lo menos.
Cuando apareció por la puerta de salida de pasajeros, creía que me moría, llevaba minifalda negra, camisa abierta y debajo de ella un top blanco. Joder, estaba buenísima, además se había cortado el pelo, tan corto que parecía un chico. Nunca creí que una tía con el pelo tan corto pudiera estar tan buena. Cuando vio a Cristina sonrió, y esa sonrisa era mágica, incluso dos chicos que había detrás de mí, comentaron lo buena que estaba. Cuando se abrazó con su prima, me imaginé ese abrazo entre la
s dos, pero desnudas, y me sobrevino una sonrisa, acto seguido me dijo Mónica:
Pero bueno, esa sonrisa no será que te alegras de verme
Pues no, es que estaba pensando en otra cosa.
No entiendo como mi prima puede tener un novio como tu.
Primero no es mi novia y segundo mas quisiera tu, tener un novio como yo.
Nos dimos los besos de rigor y nos fuimos. Ahh, encima me tocó llevar las maletas hasta el coche.
Mónica, nos contó en el trayecto a casa que venía dispuesta a comerse la ciudad, que había tenido novio durante 9 meses y que lo habían dejado. Su novio le había puesto los cuernos. Y que había aprendido que los tíos, son unos cerdos, que solo buscan lo mismo, etc, etc. Yo para empezar mi lucha particular, en contra de ella, le dije que para que un tío fuese un cerdo, siempre había una tía que le ayudaba, si no que me explicase con quien se fue su novio. Este comentario no le sentó muy bien.
Llegamos a casa de Cristina y después de los saludos con la madre de Cristina y la pertinente charla acerca del estado de la familia, Mónica dijo que se duchaba y que después nos íbamos por ahí. Mientras se duchaba, yo esperaba que Cristina me echase la bronca por haber empezado la “guerra” con su prima, pero lo único que me preguntó:
¿Qué te parece el nuevo look de mi prima?
La verdad es que esta muy guapa, pero no le digas nada que se lo cree.
Le sienta bien el pelo, ¿verdad?.
Bastante bien, ya te digo, esta muy bien.
Llegó la madre de Cristina y me ofreció una copa. Me puso Ron Cola y no pusimos a charlar. La madre dijo que se iría de vacaciones a mediados de Julio y estaría 15 días fuera. Iba con dos amigas a Punta Cana. Seguimos hablando de cosas sin importancia, cuando de repente después de 30 minutos, apareció Mónica. El mundo se me vino abajo y la polla arriba, estaba increíblemente guapa, más que guapa. Tenia un vestidito ceñido, con florecitas pequeñas, donde predominaba el color rojo y un sugerente escote.
Bueno, ya estoy lista para irnos.
Sobrina, estás realmente guapa. (dijo la madre de Cristina)
Mónica, hasta Jose, me ha dicho antes que estabas muy guapa.
Me puse, mas colorado que su vestido, y en ese momento, le hubiera dado una patada en el culo a Cristina, por el comentario que hizo.
¿Jose, tu hablando bien de mí?, no me lo creo.
Ya ves, las tonterías que decimos algunos tíos para quedar bien.
Di que no, que ha dicho que le gusta tu peinado.
Me alegro que te guste.
Bueno, nos vamos o esperamos a las navidades.
Salimos, para los bares del centro y allí nos reunimos con varios amigos. Esa noche Mónica fue el centro de atención.
El fin de semana pasó de lo más normal, levantándonos a las 15:00h comer, siesta y de nuevo juerga.
La semana, entre el trabajo y que tenía cita con unos amigos del colegio, no vi ni a Cristina ni a Mónica. Ellas habían pasado la semana en la playa, además ese sería su verano, de la playa a casa y por la noche juerga.
El siguiente fin de semana, el viernes, yo acabé mi jornada laboral a las 15:00h, y ese sería mi nuevo horario de verano, ya que en la ciudad donde vivo, la mayoría de oficinas tiene ese horario intensivo. Llame a Cristina y quedamos en la playa. Cuando llegué, tuve que coger aire, para no desmayarme, ya que estaban las primas en toples, y aunque a Cristina era normal verla así, no tan normal era ver a su prima, que el verano pasado tenía reparos en ponerse en bikini. Mónica, estaba espectacular, lucia un cuerpo de envidia y así lo hacía saber los piropos y miradas de los chicos de la playa. Cuando llegué al lado de ellas, Cristina se levantó y me saludó, pero Mónica permaneció tumbada en la toalla y se coloco las gafas de sol. La situación era incomoda, pero si a ella no le importaba, menos me iba a importar a mí. Así que decidí quitarme la camiseta y extender la toalla. Ese día transcurrió normal en la playa, así que de allí nos fuimos a tomar café y sobre las 20:30h, nos marchábamos a casa cuando, Cristina, recibió una llamada de su madre. Le dijo que se iría con las amigas de fin de semana, y que necesitaba que la acercase. Quedamos esa noche en casa de Cristina, alquilaríamos unas peliculas y cenaríamos algo. Yo llevaría las películas y una botellita de Ron.
Llegué a las diez, y me abrió Mónica, que vestía un top y un pantaloncito corto, de color rojo.
Y tu prima.
Me ha llamado que en 30 minutos llegará.
Bueno, pedimos pizzas o hacemos algo para comer.
Prefiero pedir pizzas y así hablamos, que nunca lo hacemos y siempre estamos peleándonos.
Vale ¿tu dirás?
¿Por qué siempre estas de malas conmigo?
Flipo, ¿Qué yo estoy de malas contigo? Perdona Mónica, vamos a ser sinceros. Tú eres la que no me tragas, siempre que hablo saltas y te cachondeas de mí e intentas dejarme en evidencia.
Lo hago, por que me encanta ver la cara que pones.
Yo creía que no se me notaba.
Pues sí y además me encanta, ya te digo, te pones muy atractivo.
Vale, eres sincera y ahora me toca a mí….., a mí me vuelves loco cuando sonríes, pero lo haces muy poco, pero te juro que te pones muy bonita………..
Se hizo un silencio estremecedor, ella se puso muy colorada y bajó la mirada, que hasta ese momento no se había desviado de mis ojos.
- ¿Por qué no dejamos de pelearnos y nos llevamos mejor? Así puedes sonreír más.
Ella cambió radicalmente de conversación y me ofreció algo de beber. Nos sentamos en el sofá y nos pusimos a ver la TV mientras llegaba Cristina.
A los 20 minutos apareció Cristina, venía con una sonrisa especial, algo nerviosa y lo primero que hizo fue estamparme un beso en la boca, más bien fue un morreo. Me dejó bastante cortado, ya que era el primero que me daba delante de su prima y además de buenas a primera.
Saludó a su prima y se sentó en el sillón. Le preguntamos que le ocurría y ella nos dijo que se había tomado un par de copas con las amigas de la madre y venía muy contenta. Se levantó y se sirvió unas copas de Ron para los tres. Pedimos de comer y seguimos bebiendo. Pusimos una película y nos acomodamos para verla. Cristina se tumbó en el sillón, Mónica en el sofá y yo en el suelo, con la cabeza apoyada en el sofá, junto a los pies de Mónica. Pusimos la película y nos pusimos a verla. Cristina, no terminó de ver la película, pues se quedó dormida. Cuando la película terminó, Mónica le dijo a Cristina que se fuera a dormir, y esta se levantó y después de dar las buenas noches se fue a su dormitorio. Mónica se fue a por hielo a la cocina y nos pusimos otra copa. Empezamos a pasar de canal y en C. terminaba una película.
Bien a lo mejor ponen algo interesante. (Dijo Mónica)
Y tan interesante.
¿Qué ponen?
Pues una porno, así que no creo sea de tu interés.
Quien sabe.
Dejó la tele en un canal local en el que había video clips y se tumbó en el sofá, pero esta vez su cabeza estaba junto a la mía.
¿Qué tiempo haces que eres novio de mi prima?
Casi dos años y medio, y no es mi novia, es alguien especial.
Me gire y nuestras cabezas quedaron muy juntas, nos miramos a los ojos, el corazón creía que se me salía. Fue como un relámpago, pero acerqué mis labios a los suyos y nos besamos, fue un único beso, pero mi corazón iba a mil por hora. Ella se abalanzó a mis labios con furia, su lengua entraba en mi boca con movimientos bruscos, buscaba todos los rincones de mi boca. Se echó encima de mí, quedamos en el suelo tumbados. Me sacó la camisa y yo le saqué el top. Nos seguimos besando, y le quité el sujetador. Si en la playa, sus tetas me parecieron bonitas, esa noche me parecían mágicas, eran realmente hermosas. Empecé a besarles los pezones, mientras ella me pasaba su lengua por el oído y el cuello. Fue bajando, se entretuvo en besarme el pecho, mientras con las manos me bajó el pantalón y metió las manos en mi bóxer, me sacó la polla y sin previo aviso se la metió en la boca, la sensación fue maravillosa, era una experta, si Cristina había cogido vicio, Mónica parecía haber nacido chupando pollas, era fantástica. Me medio incorporé y le bajé el pantaloncito, le quité el tanga y la coloqué en 69, tenía el coño bien afeitadito y casi no tenía pelos. Me afané en buscar el clítoris, mientras con mi mano le iba buscando la entrada de su coño. No pude aguantar mucho y le dije que me corría, ella hundió mas mi polla en su garganta y se tragó todo el semen que salía con fuerza de mi polla. Mientras su cintura empezaba a arquease en señal del orgasmo que le venía, empezó a gemir, tanto que me preocupaba que despertara a Cristina. Entre fuertes gritos alcanzó el orgasmo.
Entre jadeos, le comenté:
- Quizás nos haya oído tu prima
- Y seguro que nos ha visto.
Acto seguido se levantó y me cogió de la mano y nos dirigimos al dormitorio, abrió la puerta y entramos, ni siquiera se paró, entramos directamente. La cama de Cristina estaba vacía. De repente dos brazos me abrazaron por la espalda y sentí el cuerpo desnudo de Cristina pegarse al mío, me di la vuelta para pedir disculpas o buscar una explicación, y lo que obtuve fue un beso largo y húmedo, quizás el mas erótico que haya recibido y recibiré en mi vida, ese beso hizo que se me empalmara la polla de nuevo.
Cristina yo….
Calla, y prepárate por que si te portas bien este verano tendrás ración doble.
Mónica se acercó y después de un corto beso con Cristina se volvió y me besó de nuevo, mientras Cristina se arrodilló y empezó a chuparme la polla, y con una mano acariciaba el muslo de Mónica.
Me tumbaron en la cama, Mónica se puso a comerme la polla y Cristina se sentó a horcajadas sobre mi boca y de cara a Mónica, con mis manos le acariciaba las tetas. De repente Mónica se sentó encima de mi polla y empezó a introducírsela poco a poco, era increíble, tenía el coño muy mojado, demasiado mojado, pero cada vez que ascendía en el movimiento contraía los músculos de su vagina, el placer era increíble, Mónica era una experta, los movimientos de caderas y de su vagina, me estaban llevando al climax, estaba a punto de correrme, pero cuando abrí los ojos y vi que se estaban besando y Cristina le acariciaba las tetas a Mónica, no pude resistir y acabé corriéndome. Me levanté de la cama, y esta vez la que se tumbó fue Cristina, empecé a comerle el coño y su prima le besaba por el resto del cuerpo, el solo echo de ver esa situación hizo que me empalmase de nuevo, es más tenía una sensación de euforia y quería más, quería experimentar cosas. Me acomodé y de un solo golpe se la metí a Cristina, empecé un movimiento suave, pero fui incrementando el ritmo hasta que se volvió casi violento, Cristina jadeaba, ni siquiera quería que Mónica le besara la boca, sus jadeos pasaros a ser gritos, Mónica tenía ahora una mano en su clítoris y se masturbaba a conciencia, las dos primas estaban a punto de alcanzar el orgasmo a la vez. De repente una explosión de placer las inundó, se fundieron en un beso apasionado. Yo saqué la polla del coño de Cristina y le susurré en el oído que ahora cumpliría mi gran deseo, ella me miró extrañada, pero rápidamente sabía de lo que hablaba. Se dio la vuelta y se puso a cuatro. Mónica se colocó debajo de ella y formaban un perfecto 69. Cuando Cristina recibía las caricias de la lengua de Mónica, que rápidamente se había dirigido al clítoris de ella, yo empecé a besar el agujero negro de Cristina, al principio solo le pasaba la punta de la lengua, haciendo pequeños círculos, después empecé a introducir la punta de la lengua, la cual cambié por mi dedo índice que se iba abriendo espacio con menor dificultad de la esperada, y es que la comida de coño de Mónica estaba surtiendo efecto. Cuando el dedo entraba sin problemas, empecé a introducir el segundo y después de acoplarse los dos, los sustituí por mi polla. Al principio Cristina se quejaba, pero rápidamente dejó de hacerlo, me pedía que le diese mas fuerte, que quería más y así estuve hasta que al mismo tiempo que Cristina, alcanzamos el orgasmo mas intenso que hayamos vivido, fue increíble, de los momentos que siempre recuerdas.
Seguimos toda la noche entre besos, caricias y abrazos, hasta que cerca de las 06:00, nos quedamos los tres dormidos.
Cuando desperté, me encontraba solo en la cama, eran las 11:30h, mi ropa se encontraba en el salón, pero al igual que la noche que había pasado, fue maravillosa, el echo de encontrarme a las dos primas cara a cara, me hacía tener pánico. La que me preocupaba era Cristina. Me puse una camiseta de Cristina y salí al salón. No estaban. Me fui a la cocina, después de ponerme el bóxer, y me encontré a las primas desayunando. Me miraron y empezaron a reírse. Pregunté que de que se reían y me dijeron que de la cara de cordero degollado que tenía.
Me confesaron que lo de anoche estaba planeado, que ellas llevaban un par de años enrollándose cada verano y que habían decidido contar conmigo, ya que Cristina no quería dejarme al margen. Me dijeron que si por mí no había problemas este podría ser el verano mas intenso de mi vida.
Durante el verano, no tendríamos escrúpulos, ha sido el verano mas intenso de mi vida. Incluso probamos a introducir a una cuarta persona y objetos diversos. Ahora, que se ha ido Mónica mi relación con Cristina es inmejorable, en todos los sentidos. Incluso ya no me importa reconocer que Cristina es mi novia.


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