domingo, 11 de junio de 2023

Una hermana con un pequeño coño

 - Uno rapidito y te marchas.


Es lo primero que le había escuchado decir a su hermana. 


No era la primera vez que escuchaba que se metía con un chico en la habitación. En realidad era algo que pasaba demasiado a menudo. Si sus padres no estaban, un chico nuevo la visitaba en casa, o si era muy bueno, tenia la suerte de volver a repetir. 


- No tenemos mucho rato. Y no quiero que se despierte mi hermano. 


Cuatro años más grande y una sexualidad desatada, trataba a su hermano como un bebe, y no como un joven que estaba en el momento de experimentar la sexualidad al máximo, y aquellas visitas de su hermana lo ponían celoso, caliente, envidioso y con unas necesidades de masturbarse que rozaban la enfermedad. 


Lo de no despertarlo, no sabia si era para darle morbo a las aventuras, pues cortarse no se cortaba. Cuando tocaba un chico que le daba duro, no se cortaba ni un pelo en la intensidad de sus gemidos. Aun recordaba la noche que se la pasó completamente despierto, masturbándose constantemente, porque su hermana había encontrado un chico que debía ser corredor de maratones. Hasta las 6 de la mañana cuando se fue el chico, estuvieron follando como locos. Luego su hermana se pasó dos días casi sin mostrarse por casa.


En otras ocasiones, prácticamente no la oía. Los gemidos eran suaves, dulces, infantiles casi. Para escucharla tenia que levantarse e ir hasta su habitación. 


Aquel era uno de aquellos chicos. No era la primera vez que venia. Era de los pocos con los que repetía. 


Era verano y se había tumbado completamente desnudo en su cama. Había empezado a tocársela, esperando que aquella vez por lo menos pudiera escuchar a su hermana claramente, pero solo había escuchado a su hermana decir aquellas dos frases, y luego como entraban con sigilo en la habitación. Decidió esperar un poco, tocándosela. Hacia un calor terrible, ya estaba sudando. Suponía que su hermana también tendría la ventana abierta, eso haría que pudiera escucharlos mejor. 


No sabia cuanto había pasado, diez minutos o quizás menos, se levantó intrigado, o más bien excitado. Necesitaba escucharla, ya había pasado antes. Abrió la puerta para salir al pasillo, sin importarle si iba desnudo. Escullo un reproche no entendible, unos golpes y unos pasos por el pasillo. 


- ¿que ha pasado? - Se dijo para si mismo.- ¿Se han ido?


No tan confiado, esperó inmóvil unos segundos, estaba seguro que había escuchado a alguien salir. Pero quería asegurarse que su hermana no volvía de la puerta después de acompañar al chico. ¿Un polvo fallido? Eso no había pasado nunca. ¿No habían venido a follar? No, tenia muy claro lo que había escuchado. 


Aguanto la respiración un segundo, intentó calmar su corazón y escuchó con atención. Nada se movía en casa. Parecía desierta.  


Con calma y cuidado fue deslizando los pies por la casa. La puerta de su hermana quedaba del otro lado del pasillo, si se asomaba un poco podía ver si había alguien. 


No había nadie a la vista, pero si luz. De la habitación de su hermana salia la luz de la lampara, pero lo curiosos era que había una luz increíble, como si todas estuvieran encendidas. Eso le llamó la atención. No escuchar ningún ruido venir de la habitación de su hermana también le picaba la curiosidad. Estaba a escasos un metro de la puerta, si se acercaba podría ver si estaba, y con un poco de suerte no ser visto si estaba dentro. Lo que tenia claro, era que el chico no estaba. O solo se había ido él, y su hermana estaba dentro, o se habían ido los dos y se había dejado la luz encendida. Esta ultima opción era la más probable. 


Se asomó y no vio a nadie dentro, pero cuando miró mejor, envalentonado, se le heló la sangre. 


Su hermana estaba tumbada en la cama, inmóvil, con un brazo colgando de la cama y el otro sobre su vientre. Se asusto mucho. No parecía respirar, y la posición era lo suficientemente grotesca como para quedarse así descansando con la puerta abierta. Tenia las piernas completamente abiertas, recogidas en una posición imposible, con las rodillas, una a cada lado, tocando el colchón. El sexo se mostraba claramente, abierto, blanco y sonrojado, completamente depilado. Un chorro de semen iba saliendo poco a poco de su coño. Toda la piel de su hermana brillaba, húmeda, sudorosa. 


Había algo perverso en las sensaciones que sentía ante aquella escena. Su pene estaba completamente duro y se estaba hinchado con la excitación de ver su hermana así. Era muy atractiva, tremendamente atractiva. También dudaba poder ver nunca a una chica con su sexo expuesto así de claramente. Por su cabeza pasó por un instante la idea de tocarla, de acariciarla....


- Joder tete, que susto me has dado.


Su hermana se había incorporado y lo miraba asombrada. Había cerrado las piernas llevándose una mano a la entre pierna. A él se le congelo la mente y se quedó petrificado sin saber que hacer, balbuceando.


- P,P, en Pensaba que te había pasado algo.- Consigo decir.  


- Ya!- Le dijo mirándole con suspicacia.- Por eso estas completamente desnudo con la polla dura y mirándome babeando. 


Se tumbó de nuevo, separó las piernas ligeramente y se acarició los muslos. 


- Lo que me ha pasado es un mal polvo. Una corrida rápida que te deja a medias. Pero es que tiene una polla tannnn grande.....- Suspiro su hermana mientras se movía en la cama.


Se apartó un poco y con la mano le indicó que se pusiera a su lado. Su hermano se sentó en el borde de la cama, incomodo. Podía oler claramente el sexo, el semen y un olor nuevo, que supuso que era de su hermana. Cada vez estaba mas cachondo.


- ¿Y ahora que?- Dijo su hermana mirándolo sin dejar de tocarse. - Pobre, espero que no te cause un trauma. 


Su hermano estaba embobado, no era él, no era el chico despierto y atrevido que conocía. Al mismo tiempo la miraba y apartaba la mirada, como si quisiera ver su cuerpo desnudo pero supiese que aquello no tenia que hacerse. 


-Hay dios!!! que tonto que eres. - Lo rodeó con las piernas poniéndole el sexo practicamente en la cara.- ¿Es que nunca has visto una chica chorreando semen?


Tomándole una mano le obligo a tocarle aquellos labios húmedos. La chica comenzó a masturbarse con la mano de su hermano, guiándole por donde tenia que tocar. Le obligo a meterle los dedos, pese a la cara de sorpresa al notar aquello tan inundado. Su hermano se sorprendió ante aquel coño, pequeño y rosado. No era como los que había visto en las películas. Parecía tremendamente estrecho. Los labios exteriores eran tersos y suaves, y no conseguía ver aquellos labios internos que normalmente sobresalían y parecencia merendarse pollas. Sin indicaciones de su hermana comenzó a explorar e investigar aquel sexo, buscando aquello que tendría que ser el clítoris. 


- Es idiota, pero cuando se corre lo hace a lo grande. - Comenzó a gemir de placer.- Uff como me pone esto hermanito, gracias que has llegado, me ha dejado completamente a medias y lo he tenido que echar. 


Lo había encontrado, minúsculo, escondido y rosado. Los dedos nadaban entre los pliegues internos del coño de su hermana. Para su sorpresa, sus dedos entraron con gran facilidad dentro de su coño. Le daba la sensación de poder notar la anatomía de su cuerpo y la fragilidad del cuerpo de su hermana desde dentro.  Había algo extrañamente excitante en ver entrar sus dedos y ver salir a borbotones el semen. El asco del principio había pasado a un deseo desbocado por follarse a su hermana. Se envalentono y tomó la iniciativa en ese particular trabajo y se tumbo a su lado, sin dejar de meterle los dedos. Su hermana lo besó en la boca, mientras tenia un fuerte orgasmo, le tomó la mano y le obligó a meter los dedos muy adentro, apretando fuertemente los muslos.


- Ven, tumbate.- Le dijo casi al instante. 


Se puso sobre él, y puso su coño sobre su polla obligandole a tirarla hacia abajo. La tenia tan dura que parecía que se le iba a partir. La polla quería entrar donde fuese, y el ano era lo que tenia más cerca, pero no podía entrar, su hermana apretaba con fuerza sentada encima, frotando su coño contra el tronco de la polla. Tomó la mano empapada en semen de su hermano, solucionando en parte, el problema que tenia él con que hacer con aquella mano llena de fluidos de un extraño. Se la llevo a la boca y chupó el semen de entre sus dedos. 


- Tienes una hermana muy guarrilla. ¿Lo sabes? ¿Tu también eres así de pervertido?.- Dijo mientras terminaba de limpiarlos


Se tumbó sobre él, con las pequeñas tetas sobre su cara, iba moviendo el trasero, parecía que iba a meterse la polla en el culo, pero luego la sacaba, para luego hacer los mismo con el coño. Cuando ya había entrado la punta en los dos orificios un par de veces, paró. 


- No lo has hecho nunca, ¿verdad?- Lo miró con la cara muy cerca de él. 


El chico era incapaz de responder, quería meter la polla, que ella dejara que entrase de una vez. 


- Me pone muchísimo que dos chicos se corran dentro de mi de forma consecutiva. Aun no he podido cumplir mi fantasía. ¿A ti te da igual no?


No dejó que respondiera, se salio de encima de su hermano y se apartó. Ya no podía más. Ahora que habían llegado hasta aquel limite de juego, necesitaba correrse dentro también, sin importarle tener en mente ese coño usado y lleno de semen que había visto solo unos instantes antes. El también quería llenarla, porque no podía aguantar más la exitación.


Su hermana, tenia otros planes, aquel juego le gustaba demasiado como para dejarlo de forma rápida. Ahora con las manos en la polla jugaba con ella, moviéndola de arriba bajo. 


- Sabes que tienes semen de otro tío en la punta de la polla.- Dijo sonriendo, mirando su polla y a él. - Supongo que prefieres que lo limpie. 


Sin esperar un instante, pasó la lengua por un par de puntos de polla. Lenguetazos lentos y seductores que parecía saborear. El estaba tenso, excitadisimo, soportando aquella tortura.


- jajajaja. Por la caria diría que no te la han comido nunca. - Dijo su hermana metiéndose la polla completamente en la boca.- Que tierno eres hermanito. 


Con movimientos rápidos le chupó la polla de una forma increíble. Y sin poder soportarlo se corrió dentro de la boca de su hermana, conteniendo el aliento ante la vergüenza de haberse ido tan fácilmente. Ella ni se inmutó, chupó el semen y lo mantuvo en la boca. Se incorporó y abriendo la boca dejó que el semen cayera sobre su cuerpo, enseñándole todo lo que habia sacado. Acto seguido cerró la boca y limpiando los restos de sus labios, los chupó y se los tragó. Volvió a chuparle la polla, limpiando los restos que quedaban. Se puso encima de él, de nuevo, apretando su coño contra la polla húmeda y resbaladiza, pero esta vez, con la mano, guió la ahora flácida polla, hasta el interior de su coño. 


- Me gusta cuando se ponen duras dentro de mi.- le dijo besandole en la boca. 


Su boca sabia y olía a semen. Y no era algo accidental. Estaba seguro que quería compartir aquello con él. Se le pasó por la cabeza una pregunta que no dejó perderse en el mar efervescente de pensamientos que tenia en ese momento.


- ¿A cuantos chicos  has besado con semen de otro en la boca?


Ella se apartó de él un poco, sin dejar de moverse para que la polla entrara bien adentro. Comenzaba a estar dura, y su hermano jugaba con las manos en su trasero, intentando perforarla. 


- Me acabas de decir lo más guarro y excitante que me ha dicho nunca un chico. Nunca, nunca lo he hecho. 


- A mi me acabas de besar. 


- Pero era tuyoooo!!!.-- Le acababa de entrar un micro orgasmo. 


La polla ya estaba bien dura, y la notaba enorme. Estaba excitadisima y pronto perdería el control sobre si misma. 


- Digamos que me has besado con el semen de dos chicos, y se me ha ocurrido preguntar. 


Ahora no tenia las ganas locas de correrse, y podía jugar con el cuerpo de su hermana. Quería oírla gemir como la había oído gemir tantas veces. Ella se dejó caer encima y le dejó hacer, dejándose penetrar con violencia y energía. Estaba súper excitada y los orgasmos estaban siendo descontrolados.


- Dios, como la siento. También la tienes enorme. 


Su hermano pensó mientras su hermana le gritaba al oído, que no tenia una polla enorme, su hermana tenia un coño muy pequeño. No había follado nunca, pero notaba el coño demasiado estrecho. Casi no podía moverse, y parecía que su hermana se iba a desgarrar. Por suerte, tenia un coño muy mojado y el polvo previo hacia que aquello fuese una orgía de fluidos donde solo se oían los gritos de placer de ella, y el alegre chapoteo de la polla expulsando el semen del otro tío.


Necesitaba más control, pegar una cabalgada loca y descontrolada. Le indicó a su hermana que saliera, y la puso a cuatro patas. No sabia bien como hacerlo, pero el instinto y la imagen de los videos estaban al recate. La polla entró en el coño empapado con facilidad, y los ruidos de la polla entrando se volvieron mas escandalosos y escatológicos. Él penetraba con locura, empujando con fuerza al ver que su hermana se corría sin parar y no se cortaba con los gritos. 


Se corrió con fuerza dentro del coño de  su hermana, sin ser capaz de parar de penetrar con fuerza. Los orgasmos mutuos se volvieron como una convulsión mutua y sincronizada. Él controlo su cuerpo exhausto y se retiró mientras ella se dejaba caer sobre la cama. Con las manos aparto los cachetes de su culo y observó aquel coño, ahora enrojecido, emanar su propio semen, manchando la cama. Metió los dedos dentro de su culo, sin poder dejar de explorar el cuerpo de su hermana. Ella ladeo el cuerpo para poder mirarlo, con cara de ¿más?. Le tomó la polla con la mano y se la llevo a la boca, chupando todos los fluidos. 


- Hermanito, tengo grandes planes para ti.

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