lunes, 13 de octubre de 2014

los hombres sois tontos

Los hombres sois tontos

Según Forrest Gump y su mamá: Tontos son los que hacen tonterías. Pues si y lo siento por aquellos hombres que opinan que no lo son. Lógicamente no lo digo por el 100% del mundo occidental de cultura agnóstico-cristiana, pero digamos en un 70% y creo me quedo corta. ¿Qué por qué lo digo?, pues os lo cuento aquí y ya me diréis, todos aquellos y aquellas que lo leáis, si tengo o no tengo razón. Acepto críticas.

Por partes. Mi nombre es Vicenta (Vicen) y como dice la canción, “vivo en el Mediterráneo”. Mido 174, talla 38 con bastante de la 36, 97-65-98 y sin silicona. Soy rubia natural con piel morena y ojos verdes… y 31 pérfidos años. Casada desde hace dos años y sin hijos (y sin ganas de tenerlos). Mi marido tiene 36 años, es subdirector de exportación de una empresa y viaja más que su jefe y yo me quedo noches y noches con sus días sin maridito y más libre que un taxi en esta época de crisis. Tanto Javier (Javi) mi marido, el tonto del relato, como yo, nos conocemos prácticamente de toda la vida ya que somos de la misma población y ambiente. Cuando ya llevábamos entre los dos bastantes copas, juergas y folleteos con otros y otras, nos decidimos a que es mejor tonto conocido que tonto por conocer y empezamos a tomarnos en serio hace unos 6 años. Salíamos juntos pero sin perder totalmente la libertad que teníamos y sobre un año más tarde, empezamos a salir en serio y alquilamos un estudio para vivir juntos… hasta que nos casamos como he dicho, hace dos años.

En dos o tres ocasiones, se nos invitó para que participáramos en mini orgías o intercambio de no muchas parejas y siempre las rechazamos, sobre todo por mi. Soy muy caliente, muy apasionada y me costó mucho tomar la decisión de ser fiel a un solo hombre y si ya desde el principio nos hubiésemos intercambiado las parejas, seguramente yo no me hubiese casado jamás. Pero, y sigo pensando en Forrest Gump, la vida es como una caja de bombones de la que no sabes cual será el mejor. Toda esta historia empezó ya a punto de casarnos (unos tres meses antes) cuando estábamos terminando de arreglar nuestro nuevo piso con unas pequeñas obras, su amueblamiento y su decoración. La vivienda situada frente a la nuestra (solo hay dos por rellano en cada escalera) se vendió y una pareja de casados sin hijos sobre unos 40 años, se hizo vecina nuestra. Ellos cambiaron nuestra vida.

Felisa (Feli) y Antonio (Toni), son un matrimonio de 38-40 años, altos, guaperas, simpáticos, divertidos y unos golfos más grandes que el golfo de México y sin hijos. Los dos son médicos, hacen solo las horas que les tocan y a vivir que son dos días. Feli es exuberante, talla 40 y alrededor de 100 cms de tetas naturales, maravillosamente conservadas y que exhibe con generosidad y alegría y Antonio tiene una magnífica polla de unos 20-21 cms, pelín más grande que la de Javi y bastante más gruesa. Nos caímos muy bien los 4 desde el principio y dado el carácter de todos nosotros, pues empezaron con las clásicas bromas de los ya casados hace años y de los que van a caer en el mismo error y de los polvos que aún podríamos pegar siendo solteros con nuestros amantes, que ya luego el matrimonio, siempre monótono y aburrido, nos llevaría a plantar más cuernos y todo eso, para salir de la monotonía… en fin, que menos desearnos un corte de pelo a través de la guillotina al estilo María Antonieta, creo que nos desearon de todo lo que se pueden burlar. A Javier, esta María Antonieta de enfrente, se la ponía dura solo de pensar en ella y no digamos nada, cuando estaba frente a ella e incluso en dos ocasiones, Feli le gastó bromas por lo empalmado que se le veía en el sofá, con el correspondiente “¡no es lo que pensáis!” que decía él ¿y qué coño sabía qué pensábamos nosotras?

Un día coincidimos las dos en el portal del residencial, recién llegadas de nuestros trabajos y decidimos comer juntas y para ello, como en mi casa no había comida aún y en la suya más bien poca porque no le gusta demasiado la cocina, entramos en un bar muy cercano, encargamos unas tapas y nos las subimos a casa de Feli, y todo ello, regado con una buena botella de vino “a la salud de la virgen” (o sea, yo) que desataba nuestras lenguas, cada vez más sexuales. Después de comer en la cocina con café, nos fuimos al salón para tomarnos unos buenos brandys y charlar de cosas de mujeres sentándonos juntas en el sofá y entre copa y copa y chupada de cigarrillo, fueron pasando los minutos. Feli y yo llevábamos faldas negras cortas y blusas, la suya blanca traslúcida y la mía azul estampada, en las que se marcaban perfectamente las tetas e incluso en la de Feli sus grandes pezones ya que su sujetador era muy fino, el mío era más clásico. También llevaba muchos botones desabrochados y sus tetas se veían preciosas y de repente se gira, me mira y me dice:

-Francamente Vicen, no me pareces tan estrecha como dice tu marido que eres. Más bien ancha.

Yo me quedé mirándola, con cara de extrañada, con la copa en una mano y el cigarrillo en la otra y solo se me ocurrió decir

-¿Y eso?

-Según tu casi marido, eres una estrecha sexual. Te cuento: Hace unos días terminamos de montar unas cosas mi marido y yo y nos apeteció merendar y nos bajamos al bar y cuando ya casi estábamos terminando, entró Javi a por tabaco para ti y para él, le llamamos y se sentó con nosotros, frente a mi y no dejó de mirarme las tetas ni un momento, así que yo me quité el zapato, le puse el pié en la entrepierna ¡y ni te cuento como la tenía de dura! Me tiré para adelante para que se viesen más mis tetas y le pregunté si le gustaban y claro, casi rojo, dijo que si ¿cómo no le van a gustar?

Y diciéndome eso, se terminó de desabrochar la blusa lentamente, se la quitó, tiró el mini sostén a la mesita y se quedó en topless a mi lado, mientras se las tocaba y resaltaba y continuó

-Yo le dije que todo esto que te estoy enseñando y el resto de mi cuerpo podía ser de él esa misma tarde. Tu marido me miraba a mi y a Toni que se reía y me preguntó

-¿Porqué te ries de mí?

-No me rio. Solo te propongo hacer un intercambio de parejas. Vicen está en la casa, subimos los tres, nos juntamos los cuatro y cada oveja con la pareja del otro.

-Eso es imposible. Ya le he propuesto a Vicen hacer intercambios y nunca ha aceptado. Conmigo es muy abierta pero en líneas generales, es muy estrecha. Ya me gustaría eso, ya, porque estás buenísima y se que Toni lo pasaría muy bien con mi novia, pero con ella es imposible. A no ser que dentro de 20 años lo consigas tu. Incluso he intentado que se haga bisex como tú, pero tampoco lo acepta, aunque le gustas.

-Y así, querida Vicen, tu novio te deja por estrecha, exclusivamente hetero y sin remedio posible. Yo por mi parte soy extraordinariamente bisexual y muy viciosa como bien sabes. Me gustaría hacerlo contigo y con Javi y por supuesto, mi esposo Toni tiene unas ganas de follarte enormes. Desde hace años tenemos una pequeña pandilla de amigos, 9-10 parejas, con las que no solo hacemos intercambio de parejas, sino que nos acostamos con quien queremos y cuando queremos, no solo un día y hora determinados y en un sitio acordado; es como si todo el grupo estuviésemos casados todas con todos y viceversa. Así que cuando a tu matrimonio llegue el aburrimiento, nos llamas y te haremos mujer. Y si te pones en mis manos, haré de ti lo que yo soy, una mujer libre, bisexual y muy viciosa, que libremente folla con quien quiere y cuando quiere. Toni hace lo mismo, pero no como yo te enseñaré a ti y con los hombres y mujeres que te presente, le darás a Toni mil cuernos por uno. Y por supuesto, tengo ligadura de trompas desde años, así que no tenemos hijos porque no podemos, sino porque no queremos para ser más libres.

Yo escuchaba indignada, cabreada, con una mala leche increíble y sin poder creer lo que me estaba contando. Mi novio sabía el porqué no quería hacer intercambio, por ser yo muy caliente y apasionada y no meterme en ese mundo o lo haría sin tapujos ni ataduras morales y ahora para él ¡yo era una estrecha! No sabía que contestarle a Feli, ni qué hacer, pero delante de mí tenía una real hembra que me sonreía, jugaba con sus tetas preciosas, me provocaba y me sonreía con bastante ironía e incluso se puso a sacar su lengua y pasarla por sus labios. Eso empezó a ponerme el clítoris en marcha y a endurecer mis pezones que ella notó con rapidez, ya que no les perdía de vista en los últimos minutos. Cogí un nuevo cigarrillo, me levanté y empecé a pasear por el salón. Feli guardaba silencio y seguía jugando con sus tetas y sus pezones y me estaba calentando de mala manera. Así que apagué el cigarrillo, me senté a su lado, me desabroché la blusa (no me la quité, solo desabrochada toda y con mis tetas dentro de mi sujetador) y le dije a Feli en un susurro:

-¡Hazme mujer!

¡Y vaya si me hizo mujer! Lentamente me fue quitando la blusa hasta que ya en sus manos, la tiró sobre un sillón. Luego empezó a acariciar mis tetas por encima del sostén, pasó su brazo derecho por mi espalda hasta coger mi hombro y mientras esa mano me acariciaba el lateral de mi pecho y mi cuello y nuca, la otra se metía dentro de mis copas y de repente, mis dos tetas saltaron fuera y su brazo me empujó hacia ella y mirándonos a los ojos, nos fundimos en un enorme y apasionado beso. No era la primera mujer con quien me daba un beso en los labios, pero sí era la primera con quien me besaba con pasión y sabiendo que a continuación vendría toda una relación sexual lésbica. Nuestros labios jugaban, nuestras lenguas se metían y sacaban libremente y nuestras manos acariciaban los pechos de la otra y jugaban con sus pezones. Tuve un gigantesco orgasmo y eso me hizo apretarme más sobre Feli, estaba totalmente entregada a ella sin ninguna limitación y en esos momentos, también Feli se corrió. Nos cogíamos de las cabezas con ambas manos para que nuestras bocas se aplastasen más y más y nuestras lenguas penetrasen hasta el fondo de nuestros paladares, de repente, Feli se hizo un poco atrás y me dijo:

-Vamos a la cama

Y allí nos fuimos las dos cogidas de las manos y respirando muy agitadamente. Estábamos en celo y queríamos más. Me quité la faldita mientras ella hacía lo mismo y yo me quedé con tanga, mientras veía que la puta de Feli no llevaba nada… excepto dos gruesos aros en los labios vaginales y un gran piercing que le atravesaba el clítoris. Nos tiramos sobre la cama y empezamos nuevamente a comernos a besos, su mano se metió en mi entrepierna y yo me abrí un poco más para que libremente tuviese todo el acceso a mi cuevita que desease, logrando otra corrida que disfruté salvajemente. También yo me lance a por ella y mi mano penetró en su coño, notando el piercing en su clítoris y como se estremecía ella, en un par de minutos también ella tuvo una salvaje corrida mordiéndome en los labios ¡joder que daño me hizo y que placer me dio! Ella se dio la vuelta y me dijo que se iba a beber mis jugos, así que aplicó su boca en mi coño y empezó a sorber, yo hice lo mismo, ella era más experta, pero yo tenía unos deseos enorme de compensarle, además, notaba su clítoris aprisionado por el piercing y eso y el roce lateral de mi lengua con los aros vaginales, me ponía muy cachonda. De repente se levantó y sacó de un cajón de su cómoda un consolador bastante más grande de lo que yo había visto hasta entonces y sin una palabra, pero con una sonrisa especial de su boca, me lo empezó a meter en el coño. Me abría las paredes vaginales como nunca me las habían abierto, lo que me hacia abrir más y más las piernas como si eso dejase más espacio para su penetración que parecía no tener fin, yo me volvía loca de placer y dolor mientras eso entraba poco a poco sin parar hasta que llegó a su fin, entonces me lo empezó a meter y sacar conectando el vibrador, primero lentamente y luego cada vez más aprisa y con más fuerza y yo empecé a correrme una y otra vez. No se cuanto tiempo estuvimos así, en un momento determinado, con nuestros cuerpos sudorosos y mi agujero destrozado, ella se dejó caer encima mío. Empezó a besarme y decirme cuanto me deseaba y yo me abracé a ella y la besé mientras le daba las gracias por ese polvo y eso la animó, me lo sacó del coño y empezó a metérmelo en el culo, yo le decía que por allí no, que lo tenia usado con Toni y mis amantes anteriores pero no para ese grosor y antes de que me diese cuenta, un gran grito salió de mi garganta, su prepucio había entrado y un gran dolor y un inmenso calor me llenaba. Feli se dio cuenta que no sería posible metérmelo todo y me lo dejó así, clavado en mi culo, mientras nos acariciábamos y nos llenamos de besos. Un tiempo más tarde Feli volvió al salón y trajo el paquete de tabaco, fumamos en silencio durante un rato, creo que dos cigarrillos, en silencio, con el cuerpo de cada una cara al techo y el consolador en mi culo, yo empecé a acariciar su cuerpo y mi mano se posó en su coño perfectamente depilado con laser (el mio es ahora igual, pero entonces lo tenia casi todo afeitado y con un buen triángulo peludo superior) y extraordinariamente húmedo. Mi mano la empezó a calentar y nuevamente nos follamos las dos y de repente vi un cuerpo desnudo en la puerta de la habitación y pegando un grito, me separé de Feli y dije:

-¡Joder Toni, ni te esperaba ni pensaba en tí!

Os podeis imaginar que estaba roja del todo. Por supuesto ni me tape con sábana, ni puse mis manos tapando mi cuerpo, ni intenté quitarme el consolador que seguía clavado en mi culo, ni nada por el estilo. Delante de mi estaba Toni, en pelotas, con su magnífica polla tiesa a más no poder y Feli riéndose con ganas.

-La verdad es que haciais un ruido de miedo (nos dijo Toni). Cuando he entrado en la casa ya he oído como Feli estaba follando con una mujer, pero no me imaginaba que fueses tu, lo que me alegra más de lo que imaginas, me he asomado, os he visto, me he desnudado y ahora quiero mi parte. Así que Vicen ¡te voy a follar y sin quitarte ese hermoso consolador de tu culo que jamás me imaginé usándolo tú!

Yo oía eso y no sabía qué hacer, así que Feli, como de costumbre, tomó la iniciativa.

-¡No me has dicho Vicen que te haga mujer, pues ahora tienes la oportunidad de salir de aquí siendo la mujer de los dos!, y ten por seguro que de esto, nunca el cornudo de tu novio sabrá nada por nosotros. Si se lo quieres contar tú, ese será tu problema.

Mientras Feli decía eso, Toni se iba arrimando y poniendo su dura y gruesa polla al alcance de mi boca. Se que mis antiguos amantes siempre han alabado mis mamadas y no lo pensé demasiado, me la metí en la boca y le puse los primeros cuernos al tonto de mi novio que me llamaba estrecha. Toni empezó a suspirar mientras Feli se sentaba en la esquina de la cama, encendía un nuevo cigarrillo y nos miraba. Toni tenía una hermosa y bastante gruesa polla que mi boca devoraba lentamente, hasta que me hice para atrás y me tiré de espaldas a la cama abriéndome de piernas y pidiéndole que me follara. Feli le dijo:

-Y después por el culo Toni, no es virgen por ahi, pero lo tiene estrecho y hay que abrírselo bien.

Y dicho y hecho, Toni me la clavó sin contemplaciones y yo no me explicaba como podía caberme su polla y el gigantesco consolador. Feli se sentó encima de mi boca mientras se masturbaba y al correrse me dejaba sus jugos para bebérmelos sin problema y al mismo tiempo, el matrimonio se comia a besos. En pocos segundos nos fuimos corriendo los tres y me asombró la gran cantidad de semen que Toni me dejaba en el coño. Aparté a Feli y me comi a besos a Toni, cuando me tranquilicé y me quité el consolador ofreciéndole mi dilatado culo que rápidamente ocupó su lugar, Feli me dijo:

-Ves, ya te lo dije. No me parecías nada estrecha, más bien ancha y estos días te vamos a presentar varios amigos y amigas independientes (que no son de su grupo de intercambio) que te follarán con una gran alegría y disfrutarás con ell@s, así cuando te cases y le prometas fidelidad y todo eso, podrás pensar en los cuernos que le has puesto los últimos días de soltera y los que le vas a poner de casada y te mojarás en la misma iglesia. A Javi nada le diremos de estas experiencias y cuernos prematrimoniales y ellos y ellas tampoco. Son amigos de confianza y sabemos todos callar como también lo aprenderás tú. Ya nos lo arreglaremos, pero desde ahora, Toni y yo te follaremos casi cada día y te iremos dilatando tus agujeros, a toda nuestra panda nos gustan los agujeros bien dilatados pues no solo nos metemos pollas, sabemos jugar con muchos juguetes y variaciones sexuales de toda clase incluyendo el fisting y ya verás como tú misma te vas a decorar poniéndote piercings y tatuándote. Yo misma te indicaré los primeros, es posible que tengas algún reparo las primeras veces o un poco de vergüenza, sobre todo con tu familia, pero tal y como te vayas agujereando y decorándote, tu misma querrás más. Al igual que al principio nos pasó a nosotras y ahora no paramos de añadirnos algo y tus propios amantes te regalarán tatuajes para que les recuerdes. Por supuesto, estarás completamente depilada por laser.

Dentro de mi escuchaba y no escuchaba al mismo tiempo, lo que me iba diciendo Feli, pero me sentía muy molesta con Javi y muy contenta y caliente de haber dado el paso que estaba dando, así que como necesitaba más, me volví hacia Toni y le dije:

-¡Fóllame a lo bestia y déjate de delicadezas de amiga!

¡Y vaya si me folló! Estuvimos los tres jugando con el sexo. Feli sacó unos consoladores y arneses y mis agujeros y los suyos se fueron ocupando de estos juguetes mientras nos corríamos una y otra vez. Al final, casi dos horas después, Toni se derrumbó y dijo que necesitaba un buen descanso. Feli se fue a la cocina a preparar unos cafés y yo mientras, no desaproveché la ocasión de volver a mamar, una vez más, esa polla que ya era mía… y yo suya y de su dueño. Nos tomamos los cafés, me di una ligera ducha y me fui a arreglar mi pisito, el mio y el del ya cornudo novio/marido. ¡Pobre Javi lo que había hecho de mí! Gracias Javi, cornudo esposo mío y amor sincero de mi vida.

La muy puta de Feli no perdió el tiempo. A la mañana siguiente me llamó al trabajo y me preguntó a que hora terminaba esa tarde (yo trabajo en el departamento bursátil de un banco) y media hora más tarde me dijo que cuando terminase el trabajo me fuese directamente a cierta dirección y allí, en la puerta de la calle estaba Feli con una preciosa mujer de mi edad, recién casada, como supe luego. Me la presentó y las dos me dieron un beso en los labios, que me aseguró lo que ya pensaba yo… que íbamos a follar. Subí con ellas al piso y allí estaba su marido (dos meses casados), las presentaciones fueron escuetas, fuera ropa y a follar. Media hora más tarde tocaron al timbre y Carmen (la dueña) fue desnuda a abrir la puerta y metió al dormitorio un recién llegado, Victor de 52 años, no muy alto, robusto y con la mayor polla que yo había visto y probado en mi vida y con un aguante impresionante. Como una hora más tarde, Feli no se daba por contenta, llamó a un amigo mulato venezolano y un ratito más tarde, su gruesa polla entraba dentro de mí. Más de tres horas estuvimos jugando y naturalmente yo era el centro del folleteo. Tanto ellos como ellas hicieron de mi el objeto de sus deseos y yo me entregaba sin ningún pudor ni importarme nada ni mi boda ni mi novio. Naturalmente, Feli facilitó a todos mi móvil para que tanto ellos como sus amigos/as me llamasen, ya que yo “necesitaba” desengrasar mis agujeros, dilatarlos y ponerme al día en todo lo relacionado con el sexo y los cuernos. Pero cuando nos íbamos a duchar para irnos, se le ocurrió a Carmen que ella lo había pasado de muerte cuando Victor y Ricardo Carlos (el mulato) se la follaron al mismo tiempo ¿por qué no tenían que hacer lo mismo conmigo ahora?, y dicho y hecho, vinieron a por mi.

Fue Ricardo Carlos el primero en ofrecerme su polla que ya casi estaba dura y que mamé con verdadera pasión. Se tumbó debajo de mi y me metió su polla por el culo, bastante dolorido ya a esas horas, mientras me cogia de las tetas y me tiraba para atrás, ahora se la mamé a Victor que me hacía dilatar la boca mucho y pensé cómo podría aquello entrar en mi coño teniendo ya dentro por detrás la de Ricardo que me apretaba un huevo y me lo ocupaba todo, pero francamente, no me importó. Yo misma me espatarré cuanto pude mientras levantaba las piernas y le ofrecí mi cueva que llenó de una salvaje penetración que me hizo gritar de dolor. Ya tenía dentro de mi aquellos dos pollones que empezaron a moverse, Víctor con más fuerza que Ricardo que se reservaba para la fiesta final. Cierto es que ya antes también había tenido dos pollas dentro pero no se podía comparar la densidad de estas dos y como os imaginareis… empecé a correrme. Víctor me ensartaba sin piedad alguna mientras me cogía de las caderas y la metía una y otra vez hasta el fondo. Ricardo me sujetaba por las tetas aplastada contra él y como Feli se estaba masturbando de muerte, se sentó arrodillada sobre mi boca para darme de beber su maravilloso jugo y que le limpiase de paso su rasurado y precioso coño. Con un grito gutural, Víctor se corrió dentro de mí una vez más esa inolvidable tarde y a una indicación de Ricardo, se aplastó sobre mi, de manera que yo era como el queso de un sandwich, emparedada por los dos machos que aún tenían sus pollas en mis agujeros, cierto que la de Víctor ya más relajada pero ahora era mi precioso mulato quien quería su ración de sexo. Feli se bajó para dejarles actuar y aquello fue un regalo de los dioses ¡gracias Zeus!, Ricardo imprimió nuevamente un movimiento de mete-saca que iba subiendo de intensidad y penetración y se seguía rozando con la de Víctor. Mis orgasmos eran contínuos y como echo bastantes jugos, la cama debería estar hecha una mierda pero tampoco era mi casa. El dolor era enorme, estaba super-irritada por los dos agujeros y un gran dolor en mis pechos por los apretujones de Ricardo con sus manazas pero un enorme placer y calor se sobreponía al dolor. Noté que Ricardo iba a correrse cuando sus dos manos agarraron como nunca antes mis tetas y las aplastó mientras se corría y gritaba:

-Así puta, así te voy a follar desde ahora. Vas a ver qué cuernos le vamos a poner a tu marido (todavía era mi novio). Te presentaré a unos amigos mios y seremos tus otros maridos ¿júrame que será así o te arranco tus tetas con mis manos!

Le juré que si, que seria su esposa, amante, puta o lo que fuese, ya no me importaba nada de nada, si me follaba como ahora y me hacía tan feliz. De verdad amig@s, en ese momento no me importaba nada de nada. Mi novio quería intercambio de parejas y sexo de barra libre y yo estaba ahora dispuesta a follar con quien él quisiese en los intercambios, pero haría lo que me decía Feli, yo sería libre de follar con quien quisiera a espaldas de mi esposo y máxime estando ausente por viajes de negocios y dejándome libres varios días y noches cada mes.

Con los pocos días que faltaba para la boda, me acosté con 11 hombres más y 5 mujeres, así como repetí con todos estos (y algunos de los nuevos) y durante las noches que estuvo de viaje, todas ellas las pasé en nuestra cama matrimonial follando con mis amantes. El y yo nunca la habíamos usado (el colchón me lo regaló Feli, aunque esto aún no lo sabe Javi) y Feli y su esposo Toni estrenaron esa cama conmigo y como viven en el mismo rellano, muchas noches dejamos las puertas entreabiertas para no hacer ruido audible para los vecinos y hay intercambio de hombres y mujeres entre su casa y la nuestra, entre su cama y la mia ¡pobre Toni! De todas maneras, con las caras que me ponen los vecinos que tengo debajo de mi vivienda, supongo que muchos ruidos serán perfectamente audibles para ellos y no creo comprendan mi libertad y mi goce. Es cierto que me han hecho una puta y que al igual que Feli y otras varias mujeres casadas, aceptamos que nuestros amantes especiales que trabajan de porteros en discotecas y pubs, nos ofrezcan a clientes “muy especiales” (muy viciosos en el sexo) y se queden con parte del dinero, como Ricardo Carlos y otros, pero quien de vosotras no haya actuado nunca de gogó a nuestras edades y en topless en los tugurios que frecuentamos o en fiestas privadas, siendo miradas, admiradas, manoseadas y deseadas por todos, o no haya bailado con la barra aceptando billetes, o no se haya encontrado en un cuarto oscuro donde solo se ven las pollas que te enseñan por un agujero para mamar, mientras los dueños de las mismas te ven por el cristal oscuro… quien no haya experimentado ese inmenso goce, vicio y placer, no sabrá nunca el por qué una mujer puede “bajar” tanto en la escala sexual y moral. No saber quién te va a follar, con quién te vas a encontrar o con quien de tus clientes o clientas encontrarás en la calle, en una tienda o el trabajo, me excita tanto que estoy ahora mismo mojada escribiendo.

El día de la boda, me los encontré a casi todos ya que Feli les invitó y a 3 de ellos les masturbé mientras bailábamos en el banquete, por supuesto, mi vestido nupcial salió bastante manchado, pero ¿para qué están las amigas? Se lo entregué esa misma noche a Feli y cuando volvimos del viaje de novios, estaba impecable. Eso sí, la muy cabrona me introdujo un consolador en el culo en casa, antes de ir a la iglesia y al empezar el baile, me llevó al baño y me puso otro en el coño. Toni no tuvo ningún problema en penetrarme por donde quiso esa noche y mis piernas chorreaban constantemente.

Y mis dos amantes favoritos y segundos maridos son Ricardo y Victor. La primera noche que mi recién esposo salió de viaje, la pase en mi cama matrimonial con Victor. Su enorme y gruesa polla fue mamada una y otra vez y me enseñó con gran paciencia el mamar ese tipo de pollas hasta el fondo y clavada así en la garganta, sorber el semen sin problemas. Sin ningún tipo de precaución, me la clavó por el culo moviéndola en profundidad y lateralidad, para ensanchar el agujero. Ha valido la pena el dolor porque ahora estoy dilatada y algunas manos ya se empiezan a introducir en mis agujeros. Y Ricardo es mi “oso” favorito. Si no fuese por los prejuicios que todos tenemos, me dejaría preñar por él y también él lo desea, pero me jugaría mi familia, trabajo y otras cosas. Entregarme a él y complacerle entregándome a quién él quiere por dinero haciendo todo lo que me ordena, es lo más para mí. Y no solo eso, viendo como yo y Feli nos entregamos a ese puterio barato y vicioso, también Carmen y luego otra amiga, Susana, se han entregado a totalmente a él. Somos 4 putas viciosas y sin complejos. Feli y su marido controlan nuestra salud y nos hacen constantes análisis, ya que casi siempre follamos sin condón y nos tragamos el semen. Somos peor que putas de carretera, pero de clase media-alta y muy orgullosas de serlo.

Yo ya lo dije al principio, no quería el intercambio, no se si unos años más tarde lo hubiese aceptado, pero no entonces antes de la boda y más con la experiencia sexual anterior mía. Toni, mi novio, mi cornudo esposo, me llenó de nitroglicerina y yo exploté. Lo peor, es que estoy tan a gusto con esta vida mía, que estos días he tomado la decisión de este otoño hacerme una ligadura de trompas. No se lo he dicho a Toni y no se cómo le sentará esto, pero no tengo hijos y ya no deseo tenerlos. Mi vida es puro vicio (en las horas que no trabajo y los días y noches que no está Toni)), soy totalmente puta y muy viciosa y no deseo cambiarlo por los pañales de un crio. Y así no caeré en la tentación de dejarme preñar por Ricardo… y eso que lo deseo profundamente, pero no debo hacerlo.

¡Ah! Y por supuesto, mi cuerpo se está cubriendo de piercings y tatuajes. Y tenía razón Feli ¡bendita Feli!, cuantos más me pongo, más pienso donde ponerme el próximo. Por cierto, una amiga se está tatuando completamente las tetas con una tela de araña que nace desde cada pezón (donde está el centro de la misma) hasta el nacimiento de las mismas y como los tengo gruesos, veré qué tipo de piercing me coloco en ellos para hacer juego con el tatuaje global. Creo que también yo haré lo mismo cuando vea como le queda. A Toni no le gustan tantos tatuajes y piercings, pero se los tendrá que tragar, al menos, soy discreta en su distribución, excepto la tela de araña de las tetas que si las hago y con los escotes que uso, se verán completamente.

Los hombres deseáis la mayor cantidad de mujeres para satisfaceros, sin daros cuenta de lo que tenéis en casa y por eso queréis los intercambios. No sois capaces de más de 3 o 4 polvos en una noche (y eso con el viento a favor) y nosotras, podemos pasar follando todas las horas y días que más nos guste. ¿Comprendéis ahora del por qué no debéis nunca provocarnos? Lo dicho, sois tontos y vuestras amadas mujeres os damos las gracias.

Siempre vuestra

Vicenta

llopisv@yahoo

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