jueves, 20 de julio de 2023

mi hermana y mi novia, sometidas por unos chavales 1

 Empezaré describiendo a los personajes de esta historia, por un lado esta mi novia Elena, una morena de 28 años que quita el sentido. Es alta con unas piernas bien largas y proporcionadas, tiene un estupendo trasero y unas muy buenas tetas naturales.

Por otro lado esta mi hermana Patricia de 27 años, pelo castaño de media melena, unas tetas de buen tamaño y culo de campeonato, la verdad que el culo de mi hermana es una cosa soberbia.

Finalmente estoy yo, me llamo Pedro, tengo 30 años y soy un tipo resultón sin llegar a ser un modelo de pasarela. Soy alto, pelo castaño y complexión fuerte debido al permanente ejercicio físico que practico.

La historia que voy a relatar tuvo lugar hace un par de meses, era un fin de semana como otro cualquiera, mi novia me llamó para decirme que no podía quedar el sábado conmigo, que iba a salir con mi hermana y unas amigas en una reunión solo de chicas.

En un primer momento me mosquee un poco, pero luego comprendí que ella también necesitaba salir con sus amigas de fiesta igual que lo hacía yo con mis amigos algunas veces.

Por lo que el sábado por la tarde alquile unas películas para tener una noche de cine en casa. Ya por la noche, había visto un par de películas y me disponía a acostarme cuando sonó el móvil, era mi amigo Juanjo. Me contó que estaban en un pub del centro y que si quería pasarme a tomarme una copa con ellos.

Sin pensármelo mucho me vestí y salí hacia allí, pero cunado llegue me encontré que mis amigos no estaban en el local. Llamé a Juanjo que me contó que habían conocido a unas chicas en el pub y que se dirigían al piso de una de ellas; que lo sentía mucho por haberme echo venir para nada.

Resignado y viendo que el fin de semana iba a resultar bastante aburrido, me encamine hacia donde había aparcado mi coche para volver de nuevo a casa. Pero de camino al coche vi andando por la otra acera a mi hermana y mi novia.

Iban muy guapas las dos y no paraban de reírse. Mi hermana con un pantalón vaquero ajustado realzando aún más su magnifico culo y mi novia con una minifalda bien corta luciendo sus estupendas piernas. Ambas llevaban un generoso escote e iban muy bien arregladas.

No sé el porque, pero no las llamé, me limite a seguirlas a una distancia prudencial. Eran ya las tres de la mañana pero todavía había mucha gente en la calle ya que era finales de agosto y mañana era domingo.

Ellas poco a poco fueron abandonando las calles en las que estaban todos lo pubs y discotecas, parece ser que se dirigían a casa. Mi hermana vivía todavía con mis padres al igual que mi novia que también vivía con lo suyos, ambas casas estaban cerca la una de la otra.

Parece ser que habían decidido volver a casa dando un paseo ya que hacía una estupenda y calurosa noche estrellada, yo me limitaba a seguirlas sin que se dieran cuenta.

Al rato llegaron a un parque donde todavía quedaba un grupo de ocho chavales rematando las últimas sobras del botellón. Cuando pasaron mi novia y mi hermana no tardaron en piropearlas e invitarlas a que se tomarán una copa.

Pensé que pasarían de ellos, pero mi hermana cogió de la mano a mi novia y se acercaron a los chavales. No entendía nada, como coño habían aceptado la invitación.

Me acerque un poco más y pude distinguir entre los muchachos al hijo del vecino de mis padres. El chaval se llamada David y vivía en la casa contigua a la de mis padres. Ahora ya empezaba a entenderlo, por eso mi hermana se acercó con mi novia, era porque conoció a David.

En menos de un minuto los muchachos le dieron una copa a cada una y empezaron a hablar no se de que. Desde la distancia veía que la conversación era amena y que había muchas risas, y lo que es peor que todos los chavales se comían a ambas con la mirada, lo cual no era para menos viendo como iban vestidas.

Yo estaba empezando a ponerme un poco nervioso ya que desde mi situación no podía oír de que hablaban. Pero transcurridos 20 minutos acabaron sus copas, se despidieron de los muchachos y siguieron su paseo hacia casa.

Lo chavales se quedaron hablando entre ellos y a los cinco minutos empezaron a caminar en la misma dirección que lo habían hecho ellas. Yo por mi parte hice lo mismo.

Ahora estaba un poco preocupado, ya que pensaba que los chavales las estaban siguiendo con malas intenciones. No me fiaba un pelo de ellos. Cuando de repente los vi saltar un pequeño muro de un chalet que había por la zona.

¿Qué coño estaban haciendo?. Intrigado me dirigí hacia el chalet y salté también el muro encontrándome con un extenso jardín en el que había a lo lejos una piscina.

No había rastro de los muchachos, pero se oían unas voces flojas en los setos cercanos a la piscina. Por lo que me dirigí hacia allí con mucho cuidado de no ser descubierto.

Allí estaban escondidos detrás del seto, riéndose de forma nerviosa y mirando hacia la piscina. Intrigado por saber que estaban mirando me acerque colocándome en una posición en la que podía verlos e incluso escucharlos al mismo tiempo que tenía una visión inmejorable de la piscina.

La piscina estaba iluminada con una luces tenues pero suficientes para poder ver que había dos mujeres dentro que estaban besándose de forma salvaje, se comían la boca de forma desesperada, pero de pronto el corazón me dio un vuelco y se me puso en la garganta, al darme cuenta que eran mi hermana y mi novia. No podía ser, mi hermana y mi novia no eran lesbianas.

Perplejo como me encontraba y sin entender nada, vi como mi hermana se sentaba en el borde de la piscina con las piernas abiertas y mi novia todavía dentro del agua empezaba a comerle el coño. Mi hermana estaba completamente desnuda y supongo que mi novia lo estaba también debajo del agua.

No me lo podía creer, como podía estar ocurriendo esto. Miré alrededor de la piscina y sobre el césped estaban sus ropas, la habían tirado de cualquier manera antes de meterse en el agua.

Una vez pasado el primer impacto, empecé a sentir una sensación rara, eran mi hermana y mi novia dándose el lote, pero no dejaban de ser dos mujeres de bandera y estaba empezando a ponerme cachondo con la situación.

Las risas y los vitores de los chavales llegaban a mis oídos a la misma vez que contemplaba como mi novia le hacía un estupendo trabajo a mi hermana en su chochito.

De pronto distinguí la voz de David que le comentaba a otro de los chavales que lo mismo se había pasado con el estimulante sexual que les había echado en la bebida a las dos. Que era lo que utilizaba su tío en la granja para favorecer la copula en las bacas.

Por lo que ambas no han podido aguatar el calentón y se han liado en el primer sitio apartado que han encontrado.

Eran unos verdaderos cabrones, pero eso ya a esta altura no me importaba mucho, ya que el espectáculo era digno de ver, se habían cambiado las tornas y ahora era mi novia la que empujaba contra su coño la cabeza de mi hermana. Ambas estaban poseídas por la pasión y el deseo; no dándose cuenta que unos de los chavales aprovechó el momento para salir de su escondite y con sigilo recogió toda la ropa de ambas.

Al poco rato las dos yacían en el césped y se comían respectivamente los coños en un epectacular 69. Tan excitadas como estaban no tardaron mucho en correrse gritando ambas a pleno pulmón convulsionándose de forma incontrolada. Después estuvieron como 10 minutos intentando recobrar el sentido y las fuerzas, tras lo cual se levantaron y empezaron a buscar sus ropas.

Al momento se dieron cuenta que algo no iba bien, que la ropa no estaba donde la habían dejado, y en eso estaban, cuando de entre los setos surgió David sobresaltándolas sobremanera. Ambas sorprendidas intentaron taparse con las manos sus vergüenzas a la misma que vez que mi hermana preguntaba con voz entrecortada: ¿que haces tú aquí?.

David les contesto que no estaba solo, los muchachos y él las habían seguido al salir del parque hasta el chalet y habían contemplado una escena de sexo estupenda entre dos zorritas muy calientes. También les apuntilló que tenían toda la ropa y que si no querían volver desnudas a casa debían satisfacer los deseos de él y sus amigos.

Mi hermana estaba con lágrimas en los ojos, supongo que debido a haberse enrollado con mi novia y por ser chantajeada por el mocoso de su vecino.

David – No te hagas ahora la santita conmigo, después de lo que acabamos de ver queremos veros como nos coméis la polla.

Mi hermana bajo la cabeza con resignación, todavía no entendía bien como había pasado esto, como había podido liarse con Elena. Sin embargo mi novia se mostraba más desafiante y le dijo que ni en sus sueños iba a conseguir que ella le chupara la polla.

David – Pues ya me contaréis como vais a hacer para llegar a casa sin ropa, todo el mundo sabrá que sois un par de golfas que os coláis en las piscinas ajenas a daros el lote y luego os paseáis en pelota picada.

Patricia – Esta bien, acabemos con esto cuanto antes, sácatela.

Elena – Pero Patricia, ¿Qué estás diciendo?

Patricia – A caso se te ocurre una mejor manera de salir de todo esto.

Mi hermana se acerco a David, se puso de rodillas y engulló su polla tiesa, empezando a chupar con brío para acabar cuanto antes. Esto hizo que aparecieran los 7 chavales restantes, los cuales ya se habían despojado de la ropa y mostraban sus pollas tiesas. Todos se acercaron a mi hermana rodeándola con sus rabos.

Elena – Pero Patricia que estas haciendo, no me lo puedo creer.

David - Cállate puta y acércate tú también a mamar polla, no querrás que ella se lo coma todo sola. Además si lo haces bien conseguirás que te demos tu ropa.

Yo estaba en mi escondite con un empalme de caballo, no podía reaccionar o era que no quería…

Mi hermana alternaba las 8 pollas como podía, no daba abasto, eran demasiadas. Mi novia Elena seguro que viendo la situación ya tan negra apareció también en escena arrodillándose ante ellos y tragándose una de las pollas.

Los chavales tenían unas pollas normales, excepto uno que tenía un pedazo de rabo que ríete tú de Rocco Siffredi. De esta polla en concreto estaba ocupándose mi novia que a duras penas podía engullirla por completo, teniendo que sacarla de su boca a menudo para poder coger aire.

Mi novia era toda una experta mamando pollas, nadie mejor que yo lo sabía, daba pequeños lengüetazos al prepucio, mordía el frenillo y volvía a continuar con la felación ayudándose de una de sus manos. Si seguía de esta manera el chaval no podría aguantar mucho más, y a así fue, en una corrida tremenda le dejo a mi novia la boca llena de lefa.

Mi novia pensaría, uno menos, hay que ir a por otra, pero estaba bastante equivocada. El chaval aprovechando que se había corrido se puso entre las piernas de mi hermana que seguía arrodillada con una polla en su boca y dos en sus manos. Debido al trajín de las felaciones mi hermana no puso oposición y dejo que el chaval le empezará a comer el coño.

Esto estaba empezando a desmadrarse, conforme los chavales se corrían en las bocas de ellas, re recolocaban empezando a comerse los coños de ellas y a lamer sus pezones.

Fue en ese momento en el que empecé a percibir un cambio en la cara y en la actitud de ellas. Ya no se mostraban tan reacias y aunque todavía reprimían sus gemidos se notada en sus miradas que estaban empezando a disfrutar con todo esto.

Los chavales estaban recibiendo un premio que no se hubieran imaginado en un principio, pero es que ellas estaban empezando a calentarse y a ver quien las paraba, no se si era todavía por los efectos del estimulante que le pusieron en la bebida o porque estaba naciendo en ellas las puta que llevaban dentro.

Mi novia no se aguantaba ya las ganas de gritar por la comida de coño que le estaban haciendo, cuando sin mediar aviso se incorporó, tumbo al muchacho de la polla enorme en el suelo y se la clavo en su chorreante chocho sin ninguna dificultad. Cabalgaba la polla con furia y un ansia desmedida, a la misma vez que no dejaba de soltar lindezas por su boca:

Elena – ¡¡¡Que pedazo de polla tienes cabrón!!!. Estoy disfrutando como una loca.

Elena – Me esta encantando follarme a una chaval de 18 años que tiene semejante polla.

Elena – Aahhh… me estas matando de gusto nene. Seguro que después contarás en el instituto que te follastes a una tía buena de 28 años. Y les dirás que yo te suplicaba que me dieras más polla… verdad que sí.

Los otros chavales viendo como se estaba poniendo el panorama, cogieron a mi hermana, la abrieron bien de patas y David se la clavo hasta el fondo. Los otros se dedicaban a besarla por todo el cuerpo y a masajear sus pechos.

Esto ya era una orgía romana, conforme se corrió David dentro del coño de mi hermana, otro ocupo su lugar empezando a taladrarla sin compasión.

Mi hermana Patricia estaba en éxtasis, su coño no tenía descanso siempre ocupado por una joven polla. Esto se notaba en su cara ya sudorosa, tenía dibujada una media sonrisa que la delataba. No decía nada solo se limitaba a gemir y a bramar como una perra en celo.

Mi Elena seguía a lo suyo, follándose esa enorme polla, sus tetazas subían y bajaban de forma salvaje con cada cabalgada y no paraba de decir groserías:

Elena – Nunca me había follado una polla de este tamaño, es maravilloso… me estas llenando toda, cabrón.

Elena – No puedo perder esta ocasión. Quiero que me metas ese pedazo de polla que tienes en el culo. Quiero que me partas en dos.

El chaval estaba flipando al ver como Elena se desacoplo de la polla, se puso con el culo en pompa, las manos a la espalada y su cabeza hundida en la hierba.

Elena – A que esperas semental, para clavarme tu pollón en mi culo. !!Métemela ya¡¡

El chaval que tenía un aguante fuera de lo normal, apuntó su polla al culo de mi novia y empezó a clavársela poco a poco. Mi novia no era virgen por el culo, pero nunca se había introducido una polla así. Sin embargo no le estaba costando mucho trabajo albergar semejante polla en su estrecho culo.

Una vez consiguió meterla por completo empezó a sacarla y meterla suavemente, parecía como si no quisiera romper nada, pero mi novia tenía una idea diferente.

Elena – Pero que haces maricón. Quiero que me folles bien fuerte, necesito que tu polla entre hasta el fondo de mi culo. Quiero sentir como tus pelotas golpean mis nalgas en cada embestida.

El chaval animado por estas palabras comenzó a follarla sin compasión y mi novia a gritar de placer como una guarra. Esto envalentono al otro grupo de chavales que se estaban encargando de mi hermana, y uno de ellos apunto su polla a la entrada del culito de Patricia y se la clavo.

En ese momento, estaba siendo follada por su coño y por su culo, lo que hacía que tuviera la boca bien abierta para poder respirar a la misma vez que jadeaba atropelladamente. Otro de los muchachos aprovecho la situación para dirigir su polla a la boca de mi hermana y metérsela hasta la campanilla.

Nunca me hubiera imaginado ver así a mi hermana, una hebra de 27 años follada por mocosos adolescentes que le estaban tapando todos sus agujeros. Pero así era, y encima de todo ella estaba disfrutando como una puta, recibiendo más y más placer.

Poco a poco, los chavales que se estaban cepillando a mi hermana se fueron corriendo, unos dentro de su coño, otros en su culo, en su boca o directamente sobre su cuerpo dejándola echa un cromo.

Por su parte el cabrón que estaba dando buena cuenta de mi novia seguía perforándola sin compasión. Este chaval iba para actor porno, como podía tener tanto aguante, incluso follándose un culo tan estrecho como el de mi Elena.

Elena – Eres un pedazo de macho, que aguante tienes cabronazo. Esta follada no la olvido yo en mi puta vida… Aahhhhh… que gustazo.

Elena – Quiero que te corras dentro de mi, y que llenes mis intestinos con tu leche. Por favor córrete dentro, no la vayas a sacar hasta que hayas derramado la última gota.

Elena – Ohhhhhhh. nene que bien… ya noto como estas apunto de correrte. Vamos dame toda tu leche.

El muchacho al final no tuvo mas remedió que correrse de gusto llenándola como ella misma había pedido. Estuvo dentro hasta que se vacío por completo. Cuando al final la saco un reguero de esperma resbaló de su culo pasando por su húmedo coño y cayendo finalmente sobre el césped.

Menuda follada habían recibo mi hermana y mi novia, ambas yacían en el suelo con los ojos cerrados y con la respiración todavía agitada.

Los chavales que eran unos perlas, empezaron a vestirse como pudieron y salieron disparados de allí. Sin darles la ropa que les habían prometido.

Yo acababa de cascarme la paja más placentera de toda mi vida y todavía tenía mi polla en la mano. Conforme me recuperaba de la corrida venían a mi cabeza varias ideas sobre lo que hacer con ellas, que todavía estaban tiradas en el césped, sin ser conscientes de que los niñatos se habían marchado sin dejarles la ropa.

Pero eso ya os lo desvelaré en próximos relatos.

Un saludo.

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